_
_
_
_
Lealtad 1

¿Hace falta que bajen los tipos?

El dato de confianza del consumidor en Estados Unidos ha dado alas a los partidarios de los recortes de tipos de interés, tanto en la zona euro como en Estados Unidos. Las señales que envía la economía son más de un enfriamiento adicional que de una recuperación. En este contexto, se pide que bajen los tipos para animar la economía.

Blas Calzada, presidente de la CNMV, dijo hace unas pocas semanas que los tipos muy bajos sólo sirven para crear nuevas burbujas. No le faltaba razón, pero sí predicamento. La mayor parte del mercado pide que tanto el BCE como la Reserva Federal bajen los tipos de interés.

En puridad, no es ése el problema. De hecho, se pide relajación monetaria más por eliminación, porque a nadie se le ocurre un estímulo distinto, que porque realmente se crea necesario que bajen los tipos. La política fiscal no da de sí en EE UU porque ya se ha gastado más de lo que había y en Europa por el corsé de la estabilidad. El BCE, de hecho, condiciona las bajadas de tipos a reformas estructurales.

Hay un aspecto, no obstante, que sí puede inclinar la balanza a favor de la bajada de tipos y es la situación del sector financiero. Standard & Poor's avisó ayer del aumento de la morosidad en Europa y de la fuerte contracción del crédito. Bajar los tipos puede ayudar a solucionar los problemas del sector financiero. Un credit crunch es, en el entorno actual, el peor de los escenarios, pues de nada sirve el dinero barato si nadie lo presta. Así, la rebaja de tipos puede venir más por necesidades de la economía financiera que de la economía real.

Hoy se conoce el dato de desempleo en Estados Unidos, cuyo impacto es incierto. Un dato malo agravaría el miedo a la crisis, pero haría más verosímil el recorte de los tipos de interés. Uno bueno, por el contrario, quitaría presión a la Fed, que seguramente prefiera no gastar ahora la poca munición que queda.

Más información

Archivado En

_
_