La mejora del negocio en España frena la caída del beneficio de la gran banca
Las cinco grandes entidades financieras españolas cerraron el mes de septiembre con uno de los peores resultados de su historia. Su beneficio neto se redujo un 10,55% respecto a los nueve primeros meses del 2001. Así, el beneficio total de estos grupos cayó hasta 4.774 millones, frente a los 5.338 millones de un año antes.
Esta caída de los cinco grandes es una de las más pronunciadas de la historia. De hecho, durante toda la década de los noventa no se registraron descensos del beneficio como el que ha resultado de la actividad durante los nueve primeros meses del año. Ni siquiera la crisis bancaria posterior a la intervención de Banesto, que provocó un considerable aumento de las dotaciones para insolvencias, causó una caída del resultado tan pronunciada. Sólo en el primer semestre de este año se ha registrado un resultado peor, cuando las ganancias cayeron un 12,4% interanual, tras seis trimestres consecutivos con menor tasa de crecimiento. Esta levísima recuperación se ha producido en buena parte por los mejores resultados de La Caixa, que se benefició de 65 millones de euros de plusvalías por el 8,9% de Acesa.
La gran banca ha cambiado radicalmente su situación en sólo un año. Hace 12 meses, el beneficio interanual hasta septiembre de 2001 creció un 17,2%. En el presente ejercicio, las entidades con mayores intereses en América Latina y en participaciones en empresas o negocio bursátil han perdido terreno frente a sus competidores anclados en el negocio en España.
Así, la caída de las ganancias de las tres mayores entidades -SCH, BBVA y La Caixa- ha neutralizado los buenos resultados del Popular y de Caja Madrid, forjados en el negocio doméstico. Las tres entidades han sufrido la depreciación de las monedas latinoamericanas, sobre todo del real brasileño; y el mal estado de las Bolsas, lo que ha mermado los ingresos por operaciones financieras en todos los casos excepto en el del BBVA, que obtiene un crecimiento del 27%.
La Caixa incluso tuvo que dotar una provisión extraordinaria de 221 millones de euros para sanear su participación en Telefónica y Repsol por las minusvalías que pudieran suponerle la crisis en Argentina y el retraso de la tecnología UMTS. En cualquier caso, los analistas y el sector coinciden en que el desplome bursátil y la crisis en Latinoamérica han logrado que las entidades vuelvan a primar un modelo orientado al negocio doméstico. Sólo Caja Madrid y, sobre todo, el Banco Popular, cuyos negocios se centran casi exclusivamente en España, han elevado el beneficio interanual.
El Popular, además, ha sido la única entidad entre las cinco grandes que ha mantenido -y cumplido- su previsión de beneficios, lo que pone de manifiesto, según fuentes del banco, que su 'modelo de negocio no está agotado'. De hecho, desde 2000 hasta finales de septiembre pasado la entidad ha logrado captar un millón de clientes (332.000 este año) y espera cerrar 2002 con otros 400.000.
También Caja Madrid ha logrado aumentar su beneficio en los nueve primeros meses del año gracias al buen comportamiento del negocio, cuyo volumen creció el 10%, hasta 108.630 millones. Esta subida se ha logrado, en gran medida, gracias al fuerte aumento experimentado por el crédito hipotecario.
El SCH ha incrementado el peso de la banca minorista en el beneficio atribuido (ahora supone la mitad). Así, la red en España ha logrado un crecimiento del 14,5%. En el caso del BBVA, el beneficio del negocio doméstico ha crecido el 17,1%.
Más actividad minorista y contención de costes
Las cinco entidades registraron un descenso conjunto en sus beneficios, pero, sin embargo, experimentaron un mejor comportamiento en la mayor parte de las áreas del negocio bancario. Así, la gran banca logró mantener un crecimiento del 4,6% en la inversión crediticia, que se elevó a un total de 447.918 millones de euros. Este aumento supone, no obstante, una caída de dos puntos porcentuales con respecto a la tasa de junio. El papel estelar se lo ha llevado, en gran medida, el excelente comportamiento del negocio hipotecario, que ha continuado su expansión por encima del 20%. En el lado del pasivo, las entidades ha registrado un leve aumento del 0,16% en los recursos gestionados de clientes en total, que se situaron en 801.955 millones. Los dos superbancos han concentrado sus esfuerzos, una vez superados los procesos de fusión, en incrementar su negocio minorista. A resultas de este empeño, el SCH ha logrado ampliar la cuota en depósitos y en fondos, aunque no en créditos, que caen el 1,8%. El BBVA, por su parte, ha logrado 'estabilizar' su cuota de mercado en créditos, aunque sigue con la asignatura pendiente de los depósitos, partida en la que cae el 5,53%. La entidad presidida por Francisco González incluso ha agrupado el área minorista para prestarle más atención. El mejor comportamiento en los dos casos correspondió al Popular, que logró incrementar un 21% los créditos y un 19% los recursos totales gestionados. Las incertidumbres económicas han motivado, además, que las entidades hayan controlado los gastos operativos. En ninguno de los casos el crecimiento supera el 9%, motivado por la apertura de sucursales; y SCH y BBVA han logrado recortar la partida de costes en un 12,8% y un 13,5%, respectivamente. Esto ha sido posible gracias al recorte en las plantillas y en las redes de los dos grandes bancos.