El BBVA gana un 8,9% menos, en línea con las previsiones para el año

No hubo sorpresas. El BBVA cerró los nueve primeros meses con una caída del beneficio atribuido del 8,9%. Esta rebaja es la misma que la prevista para el cierre del año (entre el 9% y el 10%), igual a la presentada en el primer semestre y similar a la pronosticada por los analistas.

De esta forma, el BBVA confirma lo que ya había anunciado en julio, que su beneficio para el cierre de 2002 se situará en unos 2.150 millones, ya que no contempla nuevas provisiones para el cierre del ejercicio no presupuestadas ahora. El beneficio atribuido hasta septiembre fue de 1.655 millones.

Fuentes del banco mantienen que tanto en Argentina como en el resto de Latinoamérica no prevén mayores dotaciones, lo mismo que sucede con sus participadas, una vez que en junio realizaron de una sola vez una provisión de 209 millones de euros para cubrir los saneamientos extraordinarios de Telefónica sobre sus negocios en telefonía móvil de tercera generación, y dotó 104 millones por el ajuste de Repsol y del banco italiano BNL, en el que posee el 14,9%.

Como ya ocurriera en el primer semestre, la crisis de Argentina, la devaluación de las divisas latinoamericanas y la volatilidad de los mercados han lastrado los resultados del BBVA. A pesar de ello, el banco asegura que 'en un entorno de desaceleración y volatilidad de los mercados, el BBVA ha logrado una cuenta de resultados de calidad'. Y añade que el grupo mantiene una evolución positiva de sus resultados más recurrentes, con un alza del 2% en su margen de explotación, que habría sido del 10,5% sin Argentina y a tipos de cambio constantes.

La devaluación del peso mexicano, del bolívar, del dólar y del real brasileño frente al euro ha restado a la cuenta de resultados del banco 48 millones de euros hasta septiembre, casi el 30% del recorte del beneficio registrado por el grupo. Las estimaciones del banco apuntan a que al cierre del ejercicio esta cifra suba en total a 75 millones de euros.

Esta depreciación de las divisas también ha tenido un efecto reductor en el balance del grupo en Latinoamérica, que ha descendido un 5,9%, es decir, 17.000 millones de euros, para quedarse en 280.253 millones.

La crisis de Argentina y, sobre todo, la depreciación de las monedas han provocado una caída del negocio de un 3,4%, que se sitúa en los 430.000 millones, con un descenso del 5,5% de los recursos de clientes y un aumento del 1% en los créditos. Si se excluyen ambos efectos, los créditos hubieran mejorado un 7,3%, y los recursos de clientes, el 3,7%.

El BBVA y el Santander aseguran estar ahora menos preocupados por Argentina. La situación en este país, donde el BBVA posee el Banco Francés, es hoy en día 'más estable y cómoda', con mayor liquidez y con pasos 'hacia el reajuste del sistema financiero'. El Banco Francés cuenta con unas provisiones de 944 millones de euros, que cubren más de la totalidad de la cartera crediticia del banco.

Una vez provisionada la totalidad de la inversión del Banco Francés, la idea del BBVA es continuar destinando el margen de explotación de su filial argentina a provisiones y no realizar aportaciones desde la matriz.

El Banco Francés registró hasta septiembre unas pérdidas de 10 millones de euros, frente a un beneficio de 137 millones de un año antes.

El banco explica que los menores ingresos por puesta en equivalencia, unidos a las operaciones de grupo y a los mayores cargos por saneamientos y fondos de comercio, determinan que la parte del margen de explotación no llevada al beneficio pase desde el 9,1% entre enero y septiembre de 2001 a un 33,1% en el ejercicio actual.

El BBVA ha logrado en este periodo analizado mejorar su ratio de eficiencia, que pasa del 50,3% al 46,8%, gracias a la contención de los costes, que a su vez ha permitido mejorar un 2% el margen de explotación, frente a las caídas del resto de los márgenes.

En un año el banco ha reducido su plantilla en todo el mundo en 6.243 empleados, para situarse en 96.854 trabajadores. La red de oficinas también ha sufrido una disminución de 937 sucursales para quedarse en 7.578. Fuentes del banco aseguran que el grupo da por cerrado el ajuste de sus oficinas, al contar ya con un tamaño 'razonable', aunque se producirán nuevas bajas en la plantilla, pero a niveles mucho menores que en años anteriores.