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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Banca más competitiva

Los dos grandes bancos españoles, el Santander Central Hispano y el BBVA, han decidido despertar de su letargo en el mercado español. El lastre de la crisis de Argentina y Brasil, unido a la volatilidad de los mercados, ha provocado que los dos grupos vuelvan a apostar por el mercado doméstico para paliar los efectos negativos sobre sus cuentas de resultados.

Ambos bancos han puesto en marcha intensos programas para sacar el mayor partido de cada usuario de la banca, captar más clientes y, en fin, aumentar su cuota de mercado. De momento, tanto el Santander como el BBVA han logrado, en los nueve primeros meses de 2002, mejorar considerablemente sus resultados en España (el 14% el SCH y el 17% el BBVA). Pero ambos siguen perdiendo cuota de mercado después de tres años de haberse producido sus respectivas fusiones. El Santander pierde en créditos, aunque gana algo en depósitos y fondos de inversión. El BBVA, por el contrario, gana en créditos, pero pierde en depósitos a plazo y en fondos.

Recuperar terreno en España se ha vuelto el principal objetivo de las dos primeros grupos bancarios del país, tras varios ejercicios centrados en invertir en Latinoamérica. El problema es que el resto de las grandes entidades (La Caixa, el Popular y Caja Madrid), la banca de tamaño medio y el conjunto de las cajas de ahorros han aprovechado estos años para avanzar y captar clientes de ambos bancos. Y es en épocas como la actual, con un escenario de tipos de interés bajos y fuertes caídas de las Bolsas, cuando los bancos deben concentrar esfuerzos y agudizar las ofertas para arañar negocio a sus competidores.

En los nueve primeros meses, la disparidad de los crecimientos en negocio y en beneficios de cada uno de los cinco grandes ponen de manifiesto sus diferentes políticas. El Popular, con una clara apuesta por España, es el único de los grandes que está logrando mantener sus previsiones de principio de año, sin dar muestras de fatiga. La Caixa ha sufrido un traspié por las provisiones que ha tenido que realizar por Telefónica y Repsol, que han desembocado en una caída del beneficio del 29,7%. Su negocio, sin embargo, sigue creciendo. Los resultados de Caja Madrid son buenos si nos atenemos a la actual coyuntura (suben el 7%), pero su negocio empieza a mostrar síntomas de ralentización.

Captar un nuevo cliente y recuperar cuota de mercado es costoso y difícil, especialmente en ciclos de desaceleración como el actual. Por ello, la imaginación y el buen servicio deben ser prioritarios para el BBVA y el SCH. Si nos atenemos al dicho popular de 'no hay mal que por bien no venga', quien puede salir ganando del efecto de la crisis latinoamericana en la banca española es el cliente doméstico, más convertido que nunca en objeto de deseo. De los dos grandes, porque se ven obligados a recuperar el terreno perdido en el mercado nacional, y del resto de las entidades, porque tendrán que responder a la ofensiva con más competencia.

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