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Hacienda

La presión fiscal se transfiere de los impuestos a las cotizaciones sociales

La presión fiscal (suma de los ingresos obtenidos tanto por impuestos como por cotizaciones a la Seguridad Social en relación al producto interior bruto) se está trasladando paulatinamente de los tributos a las cotizaciones sociales.

Los últimos datos disponibles, hechos públicos ayer por la Intervención General del Estado (Igae) y referidos al año 2001, van en la misma línea. Cifran la presión fiscal general en el 35,58% del PIB, ligeramente por debajo del 35,67% registrado en 2000.

Destaca, sobre todo, la variación experimentada en sus componentes. Mientras la ligada a impuestos sobre renta, patrimonio, producción y capital cae en torno a tres décimas (del 23,2% al 22,9%) del PIB, la referida a cotizaciones sociales efectivas crece en la misma proporción, del 12,4% al 12,7% del PIB, lo que supone un aumento relativo del 9,2%.

El mayor peso de la presión fiscal en las cotizaciones sociales se debe, sobre todo, al aumento del número de afiliaciones y de las bases máximas de cotización. Precisamente este argumento ha sido utilizado en los últimos días por el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, para pedir una rebaja de las cuotas. Cuevas se ha quejado también de que la política económica del Gobierno está descansando en estos momentos en el superávit de la Seguridad Social, propiciado por un aumento del peso relativo de las cotizaciones que pagan tanto los empresarios como los trabajadores, 'lo que supone una barrera para la creación de más empleo'. Partidos políticos como el PSOE y CiU han solicitado, de cara al próximo año, una rebaja de las cotizaciones que pagan trabajadores y empresarios, asunto que se ha negado el PP, alertado por la repercusión que tendría en las arcas del Estado.

En cuanto a la distribución institucional de la presión fiscal, destaca la relevancia que están obteniendo las Administraciones territoriales. En los últimos cinco años el mayor aumento se ha producido en las comunidades autónomas, 1,15 puntos porcentuales, como consecuencia de la cesión de parte de la tarifa del IRPF. La Seguridad Social es la Administración que registra un avance mayor, 0,5 puntos porcentuales, impulsado por el referido alza en las afiliaciones.

En relación a la Unión Europea, España sigue siendo uno de los países con la presión fiscal más baja. En Alemania, por ejemplo, se encuentra siete puntos por encima. Sin embargo, desde 1996, esta ratio ha aumentado 1,77 puntos porcentuales en el caso de España, muy por encima del avance, de 0,5 puntos, de la media comunitaria, que se encuentra en estos momentos en el 42,01% del PIB.

La política tributaria está emergiendo de nuevo como arma política arrojadiza ante la cercanía de las elecciones municipales y autonómicas. Ayer, el presidente del Gobierno, José María Aznar, acusó al PSOE de estar en contra de la rebaja de impuestos y citó una serie de ejemplos que demuestran, a su juicio, la mayor presión fiscal existente en los municipios gobernados por alcaldes socialistas. El jefe del Ejecutivo aseguró, en un acto con alcaldes del PP, que las seis ciudades en las que más impuestos se pagan están gobernadas por socialistas. Destacó que la primera de ellas es Badalona, donde sus habitantes pagan 'tres veces más impuestos que en la ciudad con menos presión fiscal, Cáceres', que tiene al frente de su alcaldía a un representante del PP. Explicó también que en Barcelona, con alcalde socialista, hay el doble de presión fiscal que en Madrid.

Desde el PSOE, el secretario de Política Municipal, Álvaro Cuesta, acusó a Aznar de 'presumir' de su política fiscal cuando los municipios no tienen aún claro si deberán subir los impuestos para costear la reforma de la Ley de Haciendas Locales y la supresión del IAE. 'Si Aznar quiere ejemplos, que pregunte a los ciudadanos de Oviedo y Valladolid, donde el PP ha subido la fiscalidad por habitante entre un 23% y un 29%', dijo.

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