Fujitsu suprimirá 7.100 empleos más pese a reducir un 15% las pérdidas en el primer semestre
Fujitsu, primer fabricante japonés de ordenadores, registró entre abril y septiembre una pérdida neta de 1.215 millones de euros, según ha informado hoy la empresa, que ha añadido que las pérdidas antes de impuestos y extraordinarios se redujeron un 39%, mientras que el volumen de negocio registró una caída del 10%. Todo esto se debe, según el grupo, a que la ralentización económica global que acompañó al estallido de la burbuja tecnológica en EEUU prosiguió en el primer semestre. Prevé también que se prolongue el retraso de la recuperación del sector de las telecomunicaciones.
El grupo estima que seguirá en números rojos en el conjunto del ejercicio, con unas pérdidas de 906 millones, debido a la debilidad de la demanda mundial. Asimismo, espera registrar un volumen de negocio de 39.572 millones, mientras que anteriormente preveía ingresar 41.220 millones.
Provisiones
El director general adjunto de Fujitsu, Takashi Takaya, ha hecho hincapié en que el grupo nipón deberá provisionar gastos de reestructuración por 1.236 millones para hacer frente al recorte de plantilla, frente a los 494 millones previstos anteriormente. Del total de 7.100 empleos suprimidos, 5.400 serán en Japón.
Según Fujitsu, sus esfuerzos de productividad le permitieron evitar un descenso aun más fuerte de sus ventas. Sin embargo, los costes vinculados a las supresiones de empleos y los gastos de sustitución de discos duros defectuosos le impidieron registrar beneficios. Para el grupo japonés, las dudas sobre la evolución de las cotizaciones de bolsa y de la demanda de nuevas tecnologías, así como el escenario político internacional, generaron incertidumbre en los últimos meses.
Prescindir de empleados en su mercado doméstico
Por el momento, Fujitsu acumula unos 24.000 despidos que con la previsión anunciada hoy, rebasarán los 30.000. Si bien el grupo nipón realizó los primeros recortes en Estados Unidos y en otros países asiáticos el año pasado, desde agosto de este año, las medidas de la compañía afectan a su mercado doméstico. Prescindir de puestos de trabajo en Japón significa romper la tradición que allí impera de mantener el trabajo de por vida.