La información cabe en un bolsillo
Los dispositivos portátiles de grabación de datos de gran capacidad empiezan a sustituir a los disquetes
Se imagina llevar 80 disquetes en el bolsillo? La evidente incomodidad se resuelve con las nuevas unidades de memoria portátil, llamadas a sustituir los disquetes en los próximos dos o tres años, según las estimaciones de los expertos. Con el peso y apariencia de un rotulador fluorescente, el único obstáculo para su aceptación masiva es el precio, que, dependiendo de la capacidad de almacenamiento, puede variar entre 62 y 165 euros.
La mayoría de los fabricantes trabaja sobre un modelo con forma de llavero (85x28x15 milímetros y 20 gramos de peso), aunque sin acuerdo en su denominación -memoria removible, unidad extraíble y minidisco duro portátil, son alguno de los barajados-. Se puede utilizar en el ordenador de sobremesa y en el portátil, tanto en entornos Windows como Macintosh, siempre que el equipo disponga de un puerto externo USB (incluido en la mayoría de los equipos desde Windows 98). La clave del éxito que se le augura viene de la mano de su facilidad para transportar información de un equipo a otro. Cuando el dispositivo se introduce, directamente o con un pequeño cable, en el puerto USB, el sistema lo reconoce -de forma inmediata en el caso de Windows 2000, XP, Millenium y gracias a unos drivers en las versiones anteriores Windows 98 y MacOS 8.6- y el usuario ya puede copiar y pegar ficheros en el dispositivo, sin reiniciar el ordenador (lo que se conoce como conexión en caliente) con simples arrastres de ratón. Así, hasta un millón de veces, según el fabricante de Pen Drive.
Sus posibilidades son, en definitiva, las del conocido disquete de 1.44 Mb: copiar y pegar todo tipo de ficheros, de texto, gráficos, vídeo, MP3, etcétera, pero con una capacidad de memoria multiplicada, que oscila desde 16 megabits (Mb) hasta 144 megabits, alcanzando incluso 1 gigabit. 'Los de menor capacidad, hasta 64 Mb, son idóneos para los profesionales que precisan transportar y manipular ficheros de texto, imágenes y presentaciones corporativas. Para diseñadores, ingenieros y quienes necesitan transportar ficheros gráficos o de gran capacidad, son más indicados los de 80 y 144 Mb', explica Pablo Redondo, director comercial de DMJ informática, que distribuye, entre otras soluciones de almacenamiento, el dispositivo Woxter Minidrive USB. 'En general, es útil para cualquiera que necesite transportar y manipular información de un PC a otro, de una forma económica y cómoda', concluye Redondo.
Los nuevos sistemas dispondrán de la memoria de 80 disquetes, aunque tienen en contra un precio más elevado, entre 62 y 165 euros
Si su objetivo pasa por tomar el relevo de los disquetes, sus pretensiones respecto al formato CD -de gran capacidad (700 Mb) y bajo precio (unos 50 céntimos)- se reducen a la convivencia. 'El CD es otro concepto, se utiliza para grabar grandes volúmenes de datos', explica Luis Carlos Bastero, responsable de producto del mayorista UMD, 'las regrabadoras seguirán existiendo y, de hecho, nuestras ventas se están duplicando respecto a 2001, pero las ventajas de los nuevos dispositivos -hacer modificaciones desde distintos puestos, no tener que contar con regrabadora en cada uno, trabajar de forma inmediata, sin tener que escribir pistas de entrada y salida- nos han hecho ver una gran oportunidad de negocio, a pesar de no encontrarnos en la época dorada de la informática de consumo'.
UMD comercializa el modelo Pen Drive desde hace un par de meses y 'desde entonces, el número de fabricantes y ofertas se ha multiplicado, lo que beneficiará al consumidor', señala Bastero. ¿Bajarán los precios de estos dispositivos? 'La memoria es uno de los productos que baja más despacio, pero es previsible que se reduzcan un poco hasta alcanzar precios psicológicos más asequibles, sobre todo en Navidades, y se oferte más capacidad con precios razonables', añade el responsable de producto de UMD. 'Existen ya capacidades mayores', indica Pablo Redondo, 'pero su relación utilidad/precio no las hace comerciables, como referencia, sería posible conseguir un Minidrive Woxter de 1 Gb, pero al precio de 1.300 euros'. Eso sí, al tratarse de un producto de memoria, las diferencias entre distintos fabricantes se reducen, fundamentalmente, al color y forma de la carcasa, lo que facilita la elección al consumidor.
También tienen aceptación los hermanos mayores de estos llaveros y su utilidad radica en servir de disco duro alternativo, algo que se hace especialmente necesario en entornos corporativos, procesos de edición de vídeo, diseño 3D, intercambio de grandes cantidades de datos o para realizar copias de seguridad (backups) del disco duro. Su capacidad oscila entre 10 y 120 Gb y sus precios, entre 197 y 439 euros.
Cerebros portátiles
Los discos duros portátiles llevan 10 años en el mercado 'pero ahora gozan de mayor velocidad de transferencia, gracias a las conexiones externas USB 2.0 y firewire', explica Raquel Orejudo, responsable de producto de almacenamiento de Fujitsu. Estas versiones multiplican la tasa de transferencia del USB (1,5 Mb por segundo) hasta llegar a 60 Mb por segundo el primero y 50 Mb el segundo. 'Además, cada vez se demandan mayores prestaciones y más facilidad de transporte', añade la responsable de Fujitsu, 'sin embargo, el consumidor que se rige por el precio no adoptará estos sistemas, y seguirán en mercados como la banca, diseño o arquitectura'.
Para Alejandra Goyarrola, responsable de marketing de LaCie, fabricante de sistemas de almacenamiento, 'es evidente la relevancia que los dispositivos móviles están cobrando. Así, la facilidad para transportarlos, robustez y autonomía son consideradas a la hora de comprar'. En ventas, 'los productos que más crecen son los portátiles, tanto discos duros como regrabadoras, que se demandan pequeños, ligeros, preparados contra golpes, autoalimentados y con prestaciones USB y firewire simultáneas. En sobremesa, siguen creciendo las regrabadoras a pesar de la fuerte entrada del DVD y los discos duros de alta capacidad', analiza Goyarrola.
El próximo paso que afrontarán estos dispositivos será la convergencia con el mundo multimedia. 'Además de las funciones propias de un disco duro, integrarán capacidades del mundo digital -gestión de fotografías y vídeo, pequeñas pantallas, etcétera- y serán cada vez más independientes', augura Raquel Orejudo.
Posibilidades para cada necesidad
Llaveros y discos duros portátiles presentan una capacidad que varía entre 16 Mb y 120 Gb y sus precios entre 62 y 439 euros. Mientras, los dispositivos magneto ópticos (MO) utilizan cartuchos de 128 Mb a 2,3 GB, regrabables, en los que la información está asegurada 30 años por un precio de 350 euros.
Las regrabadoras CD son asequibles para el bolsillo y su fácil uso las ha convertido en las preferidas del mercado. Cuestan entre 100 y 200 euros. Más modernas, las regrabadoras DVD se adaptan tanto a DVD (4,7 GB) como al CD (700 MB) y aún no están tan extendidas porque su coste triplica, como reproductor y soporte, al CD.
Los discos RAID son el conjunto de discos duros configurables que almacenan grandes cantidades de datos (hasta 4,3 Terabytes). Y el backup está basado en cintas, su misión es garantizar la seguridad de grandes cantidades de datos que han de actualizarse constantemente.
Los datos siempre en la mano del usuario
Los dispositivos portátiles son cada día más sugerentes a los ojos de los usuarios. A esta inclinación se añade la necesidad, al alza, de almacenar y proteger la información. Ambas tendencias confluyen en diversidad de unidades portátiles, entre las que destacan los nuevos llaveros de datos, discos duros, discos ZIP, lectores y grabadores CD/DVD y unidades magneto ópticas.
Sus ventajas son numerosas: comodidad de uso y transporte, no ocupan espacio dentro del ordenador, se refrigeran a través de su propio ventilador y gozan de altas tasas de transferencia de datos gracias a las nuevas conexiones externas USB 2.0 y firewire, que evitan reiniciar el ordenador cada vez que se utilizan. Entre todas las alternativas, será el precio y la mejora de sus capacidades las que decidan un porvenir más o menos afortunado.