El buen momento de Telefónica permite al Ibex anotarse la única subida de Europa
El Ibex aguantó a duras penas por encima de los 6.000 puntos. Dos horas antes del cierre y coincidiendo con la apertura bajista de Wall Street tras los malos resultados de Texas Instruments y AT&T principalmente, el índice más representativo de la Bolsa caía un 0,35%. Después de tocar mínimo intradía, inició una fuerte escalada que llevó las ganancias por encima del 1%, para en los últimos minutos recortar hasta concluir con un alza del 0,16%.
Esta secuencia da síntomas de la incertidumbre que todavía se respira en los mercados día a día. El volumen también se ha convertido en un termómetro fiable de que el inversor sigue ausente. Ayer se negociaron 1.625,44 millones de euros. Pero sólo entre operaciones especiales y el mercado de bloques se hicieron 317,55 millones.
La mejora del Ibex, que fue el único mercado de Europa que cerró al alza, vino de la mano de Telefónica. La operadora pasó en menos de una hora de estar casi en pérdidas a ganar el 2,77%. Al final, la subida se quedó en un 1,90%, pero en las últimas seis sesiones la compañía ha recuperado el 11,46%.
A pesar de las subidas que las Bolsas registraron a primera hora de la sesión, las noticias económicas y empresariales no daban para muchas alegrías. Una nueva ronda de advertencias sobre peores resultados y la publicación de indicadores poco alentadores acentuaban la incertidumbre de los mercados.
Rebajas de previsiones
ABB hizo recordar las dificultades que todavía atraviesan las empresas. Una de las mayores compañías de maquinaria industrial de Europa cayó un 61,82% después de rebajar las previsiones de beneficios. El anuncio cayó como una losa entre los inversores, ya que se produjo dos días antes de la presentación de los resultados y tan sólo un mes después de que el máximo directivo de la firma confirmara los objetivos.
Las alertas sobre resultados también provinieron del otro lado del Atlántico. Texas Instruments, fabricante de semiconductores, reconoció que los beneficios del cuarto trimestre no alcanzarán las expectativas de los analistas, debido a la debilidad de la demanda. El anuncio lastró al sector tecnológico europeo, que retrocedió un 1,5%.
Otros indicadores macroeconómicos tampoco dieron pie al optimismo. El gasto de los consumidores franceses cayó un 1,2% en septiembre, más de lo previsto.
Por si fuera poco, seis institutos alemanes de previsión económica revisaron a la baja las estimaciones del crecimiento para Alemania este año y el próximo hasta un 0,4% y 1,4 %, mientras que revisaron al alza la previsión de déficit público para 2002, hasta el 3,2%, un 0,2% por encima del límite establecido en el Pacto de Estabilidad.
Otro frente de inestabilidad en la Bolsa española, los mercados brasileños, vivió ayer una jornada de nerviosismo a la espera de que venza esta semana deuda por valor de 1.100 millones de dólares denominada en la divisa estadounidense. El real se depreciaba ayer hasta situarse en torno a los 3,93 unidades por dólar.
En relación al conflicto de Irak, 'las noticias siguen apuntando a una relajación de la prima de riesgo política', según los expertos de Safei. EE UU ha aceptado una resolución en la que no se incluye la autorización explícita del ataque, con lo que el objetivo de derrocar al régimen de Husein pasaría a segundo plano, siempre y cuando éste acepte las condiciones de desarme de la ONU.
José Luis Martínez, economista de Citigroup, sostiene que 'algunos analistas argumentaban que las Bolsas estaban 'caras' (esta expresión sigue sin gustarme, aunque reconozco su claridad) en los mínimos; otros dicen (en este grupo nos encontramos) que los mercados eran atractivos antes y ahora. El problema es el momento de entrada. Al menos ahora debemos considerar un factor positivo a corto plazo, como es el hecho de que parece alejarse el riesgo de guerra en Irak'.