Los analistas prevén un declive del dólar frente al euro el próximo año
El economista jefe de Morgan Stanley, Stephen Roach, justificaba ayer desde Tokio la previsible depreciación del dólar en una combinación de tres elementos: el necesario ajuste del déficit externo de EE UU, un cambio en la política de dólar fuerte por parte del Gobierno de George Bush y el hecho de que el yuan chino esté atado a la divisa estadounidense. 'El dólar inevitablemente va a caer. La cuestión es cuándo', dice.
En Nueva York, los analistas de Merrill Lynch coincidían en buena medida con Roach, informa Ana B. Nieto. 'En el corto plazo se dan las condiciones para que haya un dólar fuerte, sin embargo, el escenario macroeconómico va a forzar una depreciación a partir de los próximos tres meses', dijo ayer Yianos Kontopoulos, jefe de estrategia global de Merrill Lynch. ¿Cómo lo cuantifican los analistas de esta firma? En el corto plazo el billete verde rondará un cambio con el euro de 0,94, para pasar a 1,06 en 12 meses desde ahora y es que, en su opinión, el dólar está sobreevaluado.
Por su parte, los seis principales institutos económicos alemanes estimaron que el euro y el dólar alcanzarán la paridad a finales de 2003.
El déficit externo es el principal elemento de distorsión para el valor del dólar. Roach calcula que el déficit por cuenta corriente alcanzará el próximo año el 6% del PIB, lo que supone que EE UU necesitará atraer capital extranjero por 2.000 millones de dólares diarios para financiar su desequilibrio. Y la situación actual de las Bolsas hace del dólar un valor menos atractivo que en el pasado.
También Merrill relaciona la reciente recuperación del dólar con el alza de la Bolsa. Pero no va a durar, porque para este analista es evidente que la economía estadounidense tiene un límite en el crecimiento y que el rendimiento de los mercados americanos se está reduciendo respecto a los demás, principalmente los europeos.
Arma contra la deflación
Merrill Lynch destaca que la caída de las exportaciones de EE UU influye en las perspectivas a la baja del dólar. 'Hemos perdido cuota de mercado mundial en los últimos cinco años. Cuando no había crisis, no se notaba porque el volumen ha compensado la falta de competitividad', dice Kontopoulos, pero ahora la crisis ha puesto en evidencia estas debilidades y los productores necesitan un dólar más bajo.
Roach, además, alerta del riesgo de deflación que acecha a la economía estadounidense, lo que llevará a la Administración Bush a utilizar el tipo de cambio, con la depreciación de su moneda, como instrumento para combatir la caída de precios.
Para Merrill, la depreciación del dólar, que no va a ser muy acelerada, es 'favorable para la economía global porque permitirá una más eficiente redistribución del crecimiento global'.
Todo ello va a a contribuir a la revalorización del dólar de una forma sostenible. 'Realmente es más una historia del dólar que del euro', comentaba Marcel Kasumovich, otro de los analistas de Merrill Lynch.
A su juicio, el euro es, sin duda, un 'éxito', pero critican la poca flexibilidad de las políticas, tanto la monetaria como la impuesta por el Pacto de Estabilidad. Según Kasumovich, 'Europa tiene que mostrar su completo compromiso con el pacto, pero con flexibilidad. Estoy seguro de que los mercados entienden que se tiene que conceder cierta flexibilidad para responder a ciertas crisis'.
Roach instó a las autoridades europeas y japonesas a ser más agresivas en el estímulo de sus demandas domésticas, más difícil si se cumplen sus pronósticos de tipo de cambio.