Ericsson, un valor a evitar

Los resultados de Ericsson han sido decepcionantes en todos los sentidos. Sólo con repasar las principales partidas se ve a las claras que las cosas van mal para la empresa, y que estos resultados son incluso peores de lo que esperaba el mercado.

Hay que destacar que los costes de explotación de Ericsson se están moderando, pero a un ritmo inferior al de las ventas. Esto se traduce en un deterioro de márgenes.

Ericsson tiene un importante problema de cash flow. El consenso estimaba que consiguiera un punto de equilibrio en este término sin considerar la aportación al fondo de pensiones, por lo que la situación ha sido mucho peor de la prevista.

Cabe destacar la dramática caída del libro de pedidos para infraestructuras móviles, que se sitúa muy por debajo de las previsiones. La cancelación de los planes de expansión de Telefónica Móviles y Sonera en Alemania y los problemas financieros de Mobilcom han afectado de forma importante al libro de pedidos de Ericsson, pero incluso si ajustamos por este efecto, nos queda una caída secuencial del 23%, lo que augura tiempos peores.

Estos resultados confirman que Ericsson es una opción a evitar en una cartera de inversión. Es una historia de reestructuración que por el momento está siendo mal llevada, por lo que no creemos que merezca la pena el riesgo.