Las horas perdidas por huelga bajan un 27,82% en el año
Las horas de trabajo perdidas durante los nueve primeros meses del año a causa de las huelgas ascendieron a 24.614.617, un 27,82% menos que en el mismo periodo de 2001, informó hoy la organización empresarial CEOE. Entre enero y septiembre se contabilizaron 358 huelgas que afectaron a empresas y sectores con un total de 13.869.793 trabajadores censados, de los que 2.359.396 resultaron directamente implicados, lo que supone un aumento del 639,81% respecto al mismo periodo de 2001.
En cuanto a la conflictividad estrictamente laboral (que excluye las huelgas de funcionarios y de índole extralaboral), en los primeros nueve meses de este año se registraron 232 paros, con 239.553 trabajadores en plantilla, 85.068 directamente implicados y 4.376.754 de horas perdidas. El número de huelgas de carácter estrictamente laboral descendió un 33,14%, respecto al año anterior, el número de trabajadores implicados bajó un 52,69% y las horas no trabajadas, un 27,26%.
En septiembre se contabilizaron 32 conflictos, que afectaron a empresas y sectores con 44.764 trabajadores censados, de los que 10.243 estuvieron directamente implicados.
El número de horas perdidas en los paros de septiembre descendió a 424.568, un 37,32% menos que en el mismo mes de 2001. Respecto a la conflictividad estrictamente laboral, ese mes, se registraron 19 paros, con 11.282 trabajadores en plantilla, 4.220 directamente implicados y 316.380 horas laborables perdidas.
Así, el número de conflictos de carácter estrictamente laboral descendieron un 29,63%, los trabajadores implicados un 13,13% y las horas perdidas un 31,15%.
Por áreas territoriales, la conflictividad de septiembre continuó incidiendo en las zonas más industrializadas, entre las que destaca Madrid, con ocho huelgas, seguida de Guipúzcoa, con tres, Baleares, Huelva y Vizcaya, con dos.
En las dos huelgas convocadas con ámbito nacional participaron directamente 555 trabajadores, que perdieron 68.952 horas, el 16,25% del total. Los sectores más afectados por las huelgas en septiembre fueron transportes y comunicaciones, seguido de metal, extracción y transformación de minerales energéticos y productos derivados-industrias químicas, comercio y hostelería, así como otros servicios.