La renta fija a largo plazo pierde atractivo
La renta fija a largo plazo se está tomando un ligero respiro en los últimos días como consecuencia de la fuerte atracción que los inversores han sentido en las últimas jornadas hacia la renta variable.
Las rentabilidades medias en la renta fija a largo plazo, que habían estado por encima del 3% durante las últimas semanas, se han moderado para situarse ligeramente por debajo de este nivel. Los tipos de interés a largo plazo han aumentado ligeramente en estos últimos días por el mismo motivo, es decir, una corriente compradora más débil en la renta fija, ante la ilusión que están generando los mejores resultados empresariales y la consiguiente mejor expectativa de recuperación económica.
Los mejores fondos de renta fija a largo están logrando rentabilidades sustancialmente mejores que la media debido a la elevada dispersión de plazos que hay en las carteras de los fondos. En algunos de ellos, la vida media de la cartera supera los cinco años, lo que les ha permitido capitalizar mejor las caídas de tipos de interés, aunque lo pasarán peor en una fase de subida de tipos a largo.