Sorpresas frente a fundamentos
Los resultados de las empresas que cotizan en Wall Street acaparan el interés informativo, porque son los que sustentan el impresionante rally alcista de los mercados del mundo desde el jueves. No podía ser de otra manera, porque los profit warnigs también fueron protagonistas de las primeras páginas de los periódicos hace apenas un mes. En esa ocasión, el signo de los mercados era el contrario.
El periodo de tiempo transcurrido entre uno y otro fenómeno es corto, pero muy interesante desde un punto de vista cualitativo. Hace apenas un mes, los resultados proyectaron una sombra muy fría sobre las Bolsas y los índices sucumbieron. Ahora, que es cuando se certifican oficialmente las cuentas, lo peor ya está cotizado. Por ello, el factor sorpresa es el que manda y catapulta los índices.
El peculiar juego de las interpretaciones bursátiles obliga a reflexionar con detenimiento para no caer en la trampa, porque las sorpresas, al menos hasta ahora, no se corresponden con buenos datos fundamentales. O lo que es lo mismo, los resultados que han presentado en los últimos días empresas cotizadas en Wall Street siguen sin ajustar, en la mayor parte de los casos, los multiplicadores (PER) correspondientes.
Los balances muestran signos evidentes de debilidad en términos comparativos, aunque en el 60% de los casos son menos malos de lo esperado. Es el viejo truco de muchas compañías de Wall Street que amagan con los profit warnigs, pero que no dan el golpe de gracia con los resultados oficiales.
En cualquier caso, los mercados juegan la baza de la sorpresa y así hay que asumirlo. El día después, cuando haya finalizado la campaña de presentación de resultados, puede ser muy diferente. Los excesos tenderán a corregirse, máxime si los datos macro continúan débiles tanto en Estados Unidos como en la zona euro.