El Banco de España cree que Argentina y Brasil no ponen en peligro a la gran banca
Los responsables del Banco de España están dispuestos a defender la salud de la banca española ante la crisis latinoamericana y en sus intervenciones públicas no pierden la ocasión de insistir en la resistencia de las entidades, a pesar del fuerte descenso de la capitalización bursátil en los últimos meses y del recorte de los beneficios previstos.
El gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, subrayaba la semana pasada la capacidad de generar recursos y de gestionar riesgos de los bancos españoles. El subgobernador, Gonzalo Gil, abundó ayer en esta idea, y durante un discurso pronunciado dentro del ciclo de conferencias de la Fundación Pedro Barrié de la Maza aseguró que la evolución de las inversiones realizadas en América Latina por los grandes grupos bancarios españoles 'no pone en cuestión los rasgos básicos de la situación del sistema bancario español, que se caracteriza por ser saneado, rentable, eficiente y estable'.
Gonzalo Gil hizo hincapié en que 'tanto la rentabilidad como la solvencia de nuestros dos mayores grupos bancarios continúan siendo elevadas'. Recordó, incluso, que la concentración de activos de los dos principales grupos bancarios en Brasil y Argentina 'no es excesiva', ya que representan algo menos del 6% de sus balances consolidados.
No obstante, volvió a lanzar un mensaje de prudencia: 'No se debería caer de nuevo en expectativas irracionales, el mantenimiento y mejora de la estabilidad financiera es un proceso continuo, ya que los logros conseguidos no tienen una capacidad de respuesta infinita ante la continua materialización de riesgos'. En este sentido, afirmó que 'es el momento de ahondar en algunas reformas ya emprendidas por diferentes instituciones y organismos internacionales, tanto en materia de normativa contable como, a través del Comité de Basilea, en lo referido al análisis de los riesgos de las entidades financieras'.
Gonzalo Gil consideró que los bancos han actuado con prudencia al anunciar una reducción del 10% del beneficio previsto. 'Su reacción ante la crisis -dijo- ha sido la correcta, al realizar los ajustes necesarios por el deterioro experimentado con criterios de máxima prudencia, aunque ello haya supuesto alterar a la baja los beneficios proyectados'.
El subgobernador hizo también un repaso a los acontecimientos internacionales, marcados por los atentados terroristas del 11 de septiembre, los escándalos empresariales en Estados Unidos y las incertidumbres sobre la situación económica internacional, y dentro de ella la situación en América Latina.
Worldcom y Enron
Al referirse al estallido de casos como los de Enron y Worldcom, Gil destacó 'los importantes fallos' en los mecanismos institucionales que deben prevenir que comportamientos empresariales fraudulentos perjudiquen al conjunto del sistema. Los más destacables afectan al gobierno de las empresas. En este contexto, se refirió a dos aspectos polémicos: el sistema de remuneración de los consejeros y altos directivos basado en 'opciones de compra de acciones', que ha dado lugar a 'incentivos perversos' para manipular los resultados o el precio de las acciones, y el funcionamiento del comité de auditoría, cuya función de control de los gestores 'prácticamente no ha existido'.
'Es clave la actuación de un comité de auditoría que, dotado de suficiente independencia y medios, asuma tareas tan decisivas como garantizar que las políticas contables de la empresa, sus controles internos y la actuación de auditores internos y externos tengan la calidad necesaria para detectar posibles fraudes', afirmó Gil.
En cualquier caso, el subgobernador recordó que en España no se han producido escándalos equiparables a los ocurridos en Estados Unidos y que, en todo caso, 'la Ley Financiera, en tramitación parlamentaria, ha mejorado sensiblemente el tratamiento regulatorio de los principales problemas puestos de manifiesto en el caso Enron y en los que le han seguido'.