230 millones de clientes en 30 países de los cinco continentes
El gran mito de dos décadas de liberalización de las telecomunicaciones en EE UU y en Europa ha sido la previsión de que conduciría a la formación de operadores globales que controlarían el mercado mundial. El tiempo ha transcurrido y en telefonía fija los antiguos monopolios han resistido el envite globalizador manteniendo altas cuotas en sus mercados naturales y cosechando fracasos en sus aventuras exteriores. En el segmento empresarial, dominado por la transmisión de datos, los intentos globalizadores de Colt y de BT no han superado la mitad del camino.
Sólo Vodafone en el negocio del móvil y en un tiempo récord de 15 años ha logrado personificar el mito de la globalización. La empresa de origen británico cuenta hoy con presencia en operadoras de 30 países que poseen 230 millones de clientes en todo el mundo (de los que 104 millones se asignan a Vodafone en función de sus participaciones en cada empresa).
España
Vodafone entró en España en 1999 mediante la absorción de Airtouch. Este gigante celular estadounidense era entonces el primer accionista del segundo operador de móvil español, Airtel.
Coherente con su política global de controlar las compañías en las que participa, Vodafone se hizo con el 95% de la empresa española en 2000 al comprar las acciones de BT, del SCH, de varias cajas de ahorros y de distintos accionistas privados.
Vodafone ha integrado a su filial española en su red mundial y la utiliza como punta de lanza para probar diversos productos internacionales de telefonía móvil que ofrece en su red mundial, aprovechando la alta presencia de turistas en España.