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Quiebra

Los ex trabajadores de Sintel crean una Sociedad Laboral y exigen la carga de trabajo pactada

Los antiguos trabajadores de Sintel aprobaron hoy en asamblea la constitución de una Sociedad Anónima Laboral, que contará con recursos económicos aportados por los propios trabajadores así como con un equipo gestor independiente, con el fin de organizarse como empresa y gestionar su trabajo ante la ausencia de ofertas de recolocación.

Para que esta sociedad laboral sea viable exigen al Gobierno y a Telefónica que cumplan los acuerdos alcanzados en agosto de 2001, que supusieron el levantamiento del conocido como 'campamento de la esperanza', y se les conceda "la carga de trabajo comprometida". En caso de no lograr este apoyo, los trabajadores aprobaron un nuevo calendario de movilizaciones con el fin de presionar al Gobierno y "concienciar a la sociedad española de que el problema no se ha resuelto".

El que fuera presidente del comité intercentros y actualmente responsable de la asociación de ex trabajadores de Sintel, Adolfo Jiménez, explicó que de los puntos del acuerdo sólo se ha cumplido el plan de prejubilaciones y el cobro del Fogasa. Sin embargo, recordó que 14 meses después, 1.117 ex trabajadores de Sintel, "a los que se les va agotando el desempleo", siguen en paro. Asimismo, denunció que "no se ha recibido ni una sola oferta de recolocación".

Por este motivo, los antiguos trabajadores de Sintel, reunidos en la sede de CC.OO, han aprobado la creación de la sociedad laboral con el objetivo de que Telefónica les garantice la carga de trabajo que supondría la recolocación en empresas del sector de los aproximadamente 800 trabajadores a los que se comprometió la operadora el pasado año. "Tenemos los trabajadores necesarios, la estructura de mando, la organización geográfica y un equipo de gestión independiente y de confianza", explicó Jiménez.

El equipo gestor estaría liderado por José Luis Adel, que ha desempeñado diversos cargos de responsabilidad en Renfe, el Ministerio de Sanidad y la propia Sintel en la etapa en la que perteneció a Mastec. "Si se produce el acuerdo con el Gobierno, la sociedad podría estar operativa en tres meses", indicó Jiménez.

Sobre los recursos financieros necesarios para la puesta en marcha de esta sociedad, Jiménez señaló que procederán de las aportaciones de los trabajadores, tanto de las prestaciones por desempleo como de las indemnizaciones del Fogasa, además de entre 18 y 24 millones de euros procedentes de la indemnización del Fogasa y de la liquidación de la compañía, a los que renunciaron los prejubilados. Además, indicó que solicitarán "todas las ayudas" que concedan las distintas administraciones para potenciar el empleo.

Por otra parte, los trabajadores de Sintel se han reunido con los con los diferentes grupos parlamentarios, salvo con el PP, para solicitar que exijan al Gobierno que cumpla con el mandato encomendado en abril del pasado año por todos los grupos parlamentarios del Congreso, en el que se le instaba a impulsar el proceso de negociación para encontrar una solución a la crisis.

Gran manifestación

Para presionar al Gobierno, los ex trabajadores de Sintel han aprobado un nuevo plan de movilizaciones, que constará de dos fases y se extenderá hasta el próximo 25 de mayo. "No pensamos acampar de nuevo. Actuamos con sentido común para hacer reflexionar al Gobierno y a Telefónica que son los que tienen la llave para solucionar el problema", comentó el presidente del comité de empresa de Sintel en Madrid, Valeriano Aragonés.

De esta forma, y a partir del 5 de noviembre, los antiguos trabajadores de Sintel organizarán manifestaciones y concentraciones en las 14 comunidades autónomas en las que están presentes ante sedes del PP y diversos organismos oficiales. Estas concentraciones culminarán con una "gran marcha a Madrid" el próximo 28 de noviembre.

Desde la Administración no se comparte esta visión y se recuerda que el pasado año Telefónica y empresas de su entorno presentaron centenares de ofertas a los ex trabajadores de Sintel, que quedaron sin respuesta. Así, desde el Gobierno y los sindicatos CC.OO. y UGT se criticó repetidas veces que los trabajadores de Sintel no habían aceptado las recolocaciones ya que esperaban que se concretara la oferta de Televik, a la que no concedían mayor credibilidad.

En relación con estas divergencias con los sindicatos, Adolfo Jiménez indicó que cuentan con el apoyo de CC.OO y UGT, aunque reconoció que se habían producido diferencias con los responsables de las federaciones del Metal. "Estamos organizados y no dudo de que nuestros sindicatos están con nosotros, si no es así les corresponde a ellos explicarlo", comentó.

Sintel, antigua filial de Telefónica, fue vendida en 1996 a la compañía Mas Tec, propiedad de la familia del empresario cubano Mas Canosa. Los problemas se multiplicaron desde entonces y llevaron a la empresa a la suspensión de pagos en julio de 2000 y a la declaración de quiebra en 2001. Más de un millar de trabajadores de la compañía permanecieron acampados en el Paseo de la Castellana de Madrid durante seis meses, hasta agosto de 2001, para reivindicar el pago de las nóminas atrasadas y exigir una solución a la crisis de la compañía.

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