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Turismo

Sol Meliá vende hoteles en España para financiar su desarrollo en Europa

Sol Meliá ha puesto a la venta 5 de sus 91 establecimientos en propiedad: el Mastines Chihuahua en Mallorca, el Hidalgo en Valdepeñas (Ciudad Real), el Caballo Blanco en Cádiz, el Vistasol en Magaluz (Mallorca) y el Alcano en Granada. La medida obedece a la política de desinversiones que la cadena ha adoptado para hacer frente a la crisis que afecta al turismo, según fuentes del sector.

En Sol Meliá explican que 'esta operación es una mera recuperación de activos en la que se incluye el traslado de fondos de las zonas donde la rentabilidad es menor hacia otras más estratégicas'. Así, áreas como Mallorca y Ciudad Real son menos interesantes para la compañía porque 'o bien ya está fuertemente implantada con otros hoteles o porque el mercado no es lo suficientemente rentable', apuntan.

La cadena pretende, además, que estas realizaciones de activos se den en establecimientos cuya venta no suponga la pérdida de gestión del hotel. 'En general planteamos sellar acuerdos de gestión con los nuevos compradores en las operaciones de venta', señalan dichas fuentes. Sol Meliá pretende consolidar su presencia en otras zonas en las que el crecimiento del mercado es más sostenido, como es el caso de Europa, donde quiere estar en las principales ciudades, como París y Londres.

Desinversiones en el Caribe

Las recientes desinversiones en estos hoteles, con categoría de tres y cuatro estrellas, no son las primeras que realiza Sol Meliá. En estos últimos años la cadena se ha desprendido de otros cinco hoteles, entre los que se encuentra el más emblemático de la República Dominicana, el Meliá Bávaro. Ya entonces, en 2000, la cadena explicó que la operación se basaba 'en una estrategia de recuperación de fondos para invertirlos en Europa'.

Tras los atentados del 11 de septiembre y la desatada crisis internacional, Sol Meliá anunció un proceso de ahorro de costes que tradujo en una serie de simplificaciones en sus estructuras tanto en los departamentos de expansión como en los del área operativa. Su vicepresidente, Sebastián Escarrer, cuantificó este recorte de gastos en 20 millones de euros, el 5% del beneficio bruto de explotación.

Pero Sol Meliá no es la única compañía del sector turístico que ha optado por la desinversión de sus activos. NH Hoteles se desprendió a principios de año de cuatro hoteles de su red y se los vendió al dueño de Inditex, Amancio Ortega, por 91,4 millones de euros.

En esa ocasión NH también pretendía financiar otras adquisiciones en Europa con los fondos conseguidos de la venta. La cadena incorporaba ayer a su red un nuevo establecimiento de cuatro estrellas en Stuttgart (Alemania) que estará en régimen de arrendamiento y que ha supuesto una inversión de 30 millones de euros.

Un estudio realizado por Jones Lang LaSalle recoge que 'la actividad inversora se ha reducido en el primer semestre en los mercados vacacionales, ya que los turoperadores se han visto afectados por la ralentización de la economía'. Sin embargo, dice el informe, 'se espera que la actividad se recupere el año que viene'.

Durante 2002, las fórmulas de sale and leaseback (venta y subarriendo) como las utilizadas por Sol Meliá son cada vez más frecuentes. 'Por un lado, las cadenas tratan de racionalizar las carteras, deshaciéndose de activos no estratégicos y, por el otro, los inversores encuentran beneficios en el sector turístico a través de estas estructuras'.

En Europa también hay grupos que han decidido desprenderse de algunas actividades. Club Med vendió recientemente su red de agencias de viaje Forum Voyages a la compañía Protavel. Además ha cerrado algunos de sus establecimientos en Norteamérica y España.

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