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Inversión

El Banco de España defiende la salud de la banca ante la crisis en Latinoamérica

El gobernador del Banco de España quiso dejar ayer muy claro que el supervisor no ha intervenido en la decisión del Santander Central Hispano o del BBVA de mantener el dividendo este año, pese a que ambas entidades prevén una caída de los beneficios del 10%.

Tras una comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso y a preguntas de los periodistas, Caruana aseguró que 'las medidas que adopte la banca sobre su política de dividendos son competencia de las propias entidades', con lo que trata de disipar cualquier duda sobre una posible recomendación del Banco de España a estas entidades.

De hecho, los analistas habían afirmado en las últimas semanas que tanto el SCH como el BBVA bajarían la remuneración a los accionistas vía dividendo en línea con el recorte previsto de sus beneficios de este ejercicio, un 10%, consecuencia de sus inversiones en Latinoamérica y su impacto en la cuenta de resultados.

Caruana insistió en que la situación de la banca española es 'saneada y que, en ambos casos, se trata de bancos que tienen una elevada capacidad de generar recursos y de gestionar sus riesgos. Corresponde a ellos seguir una política prudente y la definición de cuáles son sus beneficios', dijo.

El presidente del SCH, Emilio Botín, ratificó el pasado 27 de septiembre en México la decisión del banco de mantener 'el mismo dividendo' por acción que repartió en 2001, a pesar de esperar una disminución del 10% del beneficio.

Botín zanjaba así las especulaciones sobre un eventual recorte del dividendo en línea con la reducción prevista del beneficio. Apenas una semana después su homólogo en BBVA, Francisco González, señaló en Nueva York que el banco no esperaba cambios en la política de dividendos frente al año anterior.

En 2001 el SCH repartió un dividendo total de 0,2885 euros por acción, el 5,5% más que un año antes. El pay-out (porcentaje del beneficio que se destina a remunerar al accionista) fue en ese ejercicio del 52,96% y este año pasará a ser del 61% si finalmente cierra el año con una caída de beneficio del 10%.

González refirió que los tres dividendos a cuenta de los beneficios de 2002 'se mantendrán en la línea anunciada', aunque no especificó si esta decisión se amplía al dividendo complementario, que se decidirá en la junta de accionistas del banco.

El presidente del BBVA realizó estas indicaciones a preguntas de los medios en una rueda de prensa el 2 de octubre, tras el consejo de administración del banco celebrado en Nueva York. El BBVA repartió en 2001 0,383 euros por acción, para lo que destinó 1.222 millones de euros, lo que supuso un pay-out del 51,7%. De repetir el mismo dividendo en 2002 y sus estimaciones de beneficios, con una caída del 10%, el pay-out de este año se situaría en el 56,8%. En cuanto a la capacidad de generar recursos por parte de ambos bancos y a la que ha hecho referencia Caruana, tanto Botín como González han insistido en reiteradas ocasiones en la importante cartera de participadas que poseen ambos bancos, con elevadas plusvalías latentes, aunque éstas han bajado de forma significativa en el tercer trimestre por el desplome del mercado.

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