Arcelor negocia la venta a Condesa de sus 11 fábricas de tubos en Europa

Al proceso abierto por Arcelor para vender sus participaciones en el sector de tubos han acudido otros grupos en Europa. Sin embargo, la compañía vasca, en la que Arcelor tiene un 48,8% heredado de Usinor, es la mejor situada tras firmar el protocolo de intenciones para materializar la adquisición en los próximos tres meses.

Los nexos entre Arcelor y Condesa son muy numerosos, puesto que la siderúrgica de Luxemburgo es el segundo accionista del grupo alavés. Hace 10 años que la corporación francesa Usinor, que ahora forma Arcelor con la española Aceralia y la luxemburguesa Arbed, entró en el capital de Condesa, que es líder nacional en tubos soldados. En Condesa, con sede en Legutiano (Álava), un grupo de empresarios vascos controla la gestión y el 51,2% del accionariado.

La suma de las capacidades en tubos en Europa de Arcelor y Condesa supondrá el 20% del mercado del continente. Esas fábricas tienen una producción global de 1,6 millones de toneladas y una plantilla total que ronda las 2.500 personas. La operación, según aseguran fuentes del sector, deberá pasar por el filtro de las autoridades comunitarias.

Arcelor produce tubos en cinco países de Europa. En España, Aceralia, que está presidida por José Ramón Álvarez Rendueles, que a su vez es vicepresidente de Arcelor, cuenta con instalaciones en Asturias (Mieres) y en Navarra (Lesaka y Berrioplano). Por su lado, Usinor elabora tubos en sus filiales francesas (Tuboeurop, Exma y CPI), belgas (Longtain y Exma), italiana (Alessio Tubi) y alemana (SRW). Fuera de Europa dispone en Marruecos de las instalaciones de su participada Industube.

Álava

Condesa, que tiene su sede central en Álava, cuenta por su parte con tres centros, todos ellos en España. Con una plantilla de más de 500 trabajadores, Condesa produce tubos soldados en Legutiano y en sus filiales de Tumesa, que está ubicada en Sagunto (Valencia) y Tubos del Celra, con planta en Girona (Cataluña). Hace unos años, Condesa invirtió más de 90 millones en sus instalaciones vascas. También reforzó su red comercial en Portugal, donde barajó la posibilidad de instalar una fábrica.

La venta de la división de tubos le supondrá a Arcelor reducir su endeudamiento, una estrategia que fue anunciada por sus máximos responsables, con Guy Dollé a la cabeza, a finales del pasado año. Esta política fue reafirmada hace apenas un mes en la presentación de los resultados semestrales de la compañía siderúrgica realizada en Luxemburgo. La reducción de costes, el cierre de las plantas no rentables y la venta de activos no estratégicos tienen un lugar preponderante en el plan estratégico de la compañía siderúrgica, al igual que la aligeración de las plantillas. Este diseño se puso en marcha cuando se anunció la integración de Arbed, Usinor y Aceralia.

Ahorros

Según este dibujo, Arcelor tiene previsto ahorrar 700 millones de euros anuales a partir de 2006. Además prescindirá de 7.000 empleos, el 7,7% de la plantilla, durante los próximos años. Sus planes de inversión, como consecuencia de la política de ajuste, también van a ser revisados. Así, está previsto que se primen los centros situados en la costa frente a los localizados en el interior. Sin embargo, sus instalaciones no sufrirán, en principio, ningún retraso en los planes de inversión previstos.

Arcelor cerró el primer semestre de este año con unos beneficios netos de 93 millones y unas ventas consolidadas de 13.705 millones. El grupo concentra su negocio en un 75% en el mercado de la Unión Europea, mientras que Norteamérica aporta un 12% del negocio; Latinoamérica, el 5%, y el 8%, el resto del mundo. En esta primera parte del año, Arcelor definió la actividad de sus fábricas de tubos como de 'neta mejora'. Las intenciones de desinversión en esta área fueron adelantadas por los sindicatos la semana pasada en una reunión celebrada en el centro navarro de Lesaka.

Para el segundo semestre de 2002, el líder mundial de la siderurgia confía en una evolución positiva de sus resultados, aunque reconoce que el clima internacional de incertidumbre económica juega en contra de la actividad empresarial. Arcelor incidirá de aquí a finales de año en los precios de venta, en el sentido de que ajustará su producción a la demanda para no ver rebajada la cotización de sus productos. Esta estrategia propiciará una mejora de la rentabilidad del grupo, según anunció la compañía en Luxemburgo.