El gurú alternativo y marxista
Ha roto los moldes del clásico asesor de empresas de la nueva economía. Este sueco reivindica las ideas comunistas de Karl Marx sobre la propiedad del capital, 'que debe ser para el que lo trabaja', y apunta a la falta de sensibilidad como la causante de la crisis
Las ideas de Ridderstrale, un pensador inclasificable de 36 años que suele acertar en sus predicciones, y Kjell Nordström, su alter ego en las labores de fontaneros de la nueva economía, quedaron inmortalizadas en el libro Funky Business: el talento hace bailar el capital, que apareció a la venta el 9 de septiembre de 1999. En pleno boom de Internet, el libro desmitificaba dicha revolución, explicaba las verdaderas razones que la provocaron y rompió las listas de ventas, con más de 25 ediciones en apenas tres años. La publicación de este libro, que fue seleccionado por el portal Amazon.com como uno de los cinco mejores libros de negocio del año 2000, les colocó directamente en el puesto 19 de la lista de los mejores gestores de conocimiento en 2001.
'El motivo de escribir este libro fue Karl Marx', dijo Ridderstrale recientemente. 'Ha vuelto y tenía razón. Para él, los obreros debían ser propietarios de los recursos productivos. Internet ha sido la excusa perfecta para empezar dicha revolución de una manera que Marx nunca habría imaginado, ya que se está produciendo una rápida transición del protagonismo desde los propietarios del capital a los propietarios del talento. Estamos viviendo tan sólo el 5% de este fenómeno, pero va a ser tan importante como lo fue la emigración del campo a la ciudad'. Pero este sueco revolucionario no ha recibido influencias exclusivamente de las ideas comunistas, sino que también ha bebido de referencias más modernas, como Shopping and Fucking, la obra de teatro escrita por Mark Ravenhill en 1996. 'La primera vez que vimos Kjell y yo la obra en Londres nos cambió nuestra manera de ver los negocios; nos dimos cuenta de que comprar y follar es lo único que motiva a la gente hoy en día'.
Para este visionario de la nueva economía, la verdadera razón de la revolución de Internet ha venido dada por la educación recibida por la denominada generación X: 'Esta generación y la posterior se han creado en un entorno familiar desestructurado por los divorcios de los padres y las muchas horas que se han pasado delante de la videoconsola o navegando por Internet. Esta educación ha hecho desaparecer conceptos básicos como la lealtad o la fidelidad en el trabajo o en la familia; este carácter independiente les hace cuestionar cualquier principio que antes parecía sagrado'. El salto cualitativo, según el pensador sueco, se produce cuando los jóvenes acceden al mercado laboral, del cual sólo les interesa la progresión de sus carreras personales, lo que provocará en un futuro a corto plazo 'un proceso de desregulación de instituciones tradicionales, una mayor rotación de directivos y empleados cualificados y obligará a las empresas a establecer medidas para no perder el activo del conocimiento'.
Cuidar el factor emocional de los trabajadores y conseguir un monopolio temporal en el negocio, claves para triunfar en la nueva economía
Ridderstrale apunta a la 'bancarrota emocional' como el principal causante de la crisis de las puntocom: 'Todas las empresas de la nueva economía han tenido el mismo error: una falta de sensibilidad que les ha impedido conectar con los intereses del público y las motivaciones de los trabajadores. Esto mismo les ocurrió a los primeros fabricantes de automóviles, que tardaron más de una década en darse cuenta de que la oferta de coches no podía ser la misma para hombres o mujeres'.
Esa falta de sensibilidad, unida a las posturas egocéntricas de los trabajadores, va a producir en su opinión un cambio radical en la relación entre éstos y los empresarios. En su libro y en las numerosas conferencias que ha pronunciado a lo largo de todo el mundo ha esbozado las claves para triunfar en el nuevo contexto económico: introducir el factor emocional en la organización de los recursos humanos y conseguir un monopolio temporal en el negocio. 'Amamos a nuestras esposas, a nuestras aficiones y del mismo modo debemos amar nuestros trabajos. Por este motivo, las selecciones de trabajo deben tener en cuenta las motivaciones y las capacidades de los trabajadores frente a los métodos tradicionales. Los directores de recursos humanos están obligados a organizar la compañía en torno al talento, para lo que tienen que descartar factores raciales y de género en la promoción de los trabajadores'. Para Ridderstrale, una vez organizada la estructura de trabajo, el empresario tiene que buscar un negocio en el que pueda tener un monopolio temporal, 'ofrecer un servicio o un producto que sea único en un momento dado, aunque esto te lleve a los tribunales, como en el caso de Microsoft. Tener un monopolio te permite ser el único en algo, con lo que tienes plena libertad para poder ampliar tu margen de beneficio, subir los precios...'. Como anuncia en el final de Funky Business, 'la población está condenada a ser libre y a juntarse en una serie de tribus no por la casualidad o por la coincidencia geográfica, sino por la elección'.
Los ratos libres que le quedan a este catedrático de la Universidad de Estocolmo, nacido en 1966, con un MBA a sus espaldas y una larga trayectoria profesional de conferencias, los dedica a coleccionar obras de arte para la galería que tiene su nombre en la capital sueca.