Cómo hacer rodar de nuevo a Alemania

Las recientes elecciones han mantenido en el poder a la coalición entre socialdemócratas y verdes, pero con un débil mandato para reformar una economía que cada vez se parece más y más a la japonesa.

Hay quien apuesta por otros cuatro años de parálisis política, de desempleo arrastrado por un apenas perceptible crecimiento económico. Pero no tiene que ser éste el camino. De hecho, las reformas económicas que Alemania necesita están claras: aflojar el mercado laboral para alentarlo; recortar los subsidios y reinvertir el dinero en recortes de impuestos; exigir a los ciudadanos que adopten mayores responsabilidades financieras en lo relacionado con sus seguros médicos y sus pensiones. La parte más dura es la política (...). He aquí algunas recomendaciones.

Al canciller Gerhard Schröder: felicidades por la victoria (...). Ha llegado el momento de plantearse cuál es su sitio en la historia. ¿Quiere ser recordado como el líder que dejó Alemania como un mediocre poder económico? Si no es así, empiece por alejarse de los grupos interesados, especialmente de aquellos a los que ha cortejado para ganar las elecciones (...).

A los verdes: ustedes son los grandes ganadores. Han crecido. Ahora extiendan su competencia e influencia más allá del medio ambiente a la economía. Nunca han impulsado el programa económico. Háganlo ahora (...).

A los laboristas: es el momento de darse cuenta de que la inflexibilidad ha conducido a compañías como Siemens a modificar su estrategia. Hasta el momento, muchos capítulos locales son lo suficientemente realistas como para trabajar de forma constructiva con los empleados, salvando cientos de empleos.