Suecia, primer país que exige que se cumplan los compromisos del UMTS
Suecia no está dispuesta a abrir la mano en el desarrollo de la tecnología móvil de tercera generación y exigirá a los ganadores de la licencia el cumplimiento de los compromisos que asumieron cuando resultaron adjudicatarios en el concurso. Esta decisión convierte a Suecia en el primer país europeo que no relaja las condiciones de despliegue, justo en el momento en el que sus homólogos del Viejo Continente están revisando sus exigencias para quitar algo de presión al hundido sector de telecomunicaciones.
Suecia ha tomado esta decisión ante la petición de Orange (la filial de telefonía móvil de France Télécom) de retrasar el despliegue de la red al menos tres años. Según las condiciones del concurso, los licenciatarios suecos deberán dar cobertura a la totalidad de la población -nueve millones de habitantes- a finales de 2003, una fecha que Orange considera imposible de cumplir.
Sin embargo, las razones de la filial de France Télécom para argüir esta imposibilidad -retraso de la tecnología, inexistencia de demanda, problemas de técnicos de despliegue de red- no han convencido al regulador sueco. Los argumentos de Orange, asegura, no justifican un cambio en las condiciones. Además, fueron precisamente las promesas contenidas en la oferta que esta compañía presentó al concurso las que inclinaron la balanza a su favor. 'Si Orange sólo hubiera prometido una cobertura completa a finales de 2006, no hubiera ganado la licencia', explica el regulador.
Ahora, Orange tiene que decidir entre desplegar a marchas forzadas el UMTS, obviando los serios problemas financieros de su matriz, o enfrentarse a las elevadas multas que conlleva el incumplimiento de los compromisos de la licencia.
La decisión de Suecia no afecta sólo a Orange. Vodafone también ha expresado su deseo de que se aplacen los compromisos de cobertura y lo mismo ha hecho Europolitan Holdings. Sólo el tándem Telia/Tele2 se ha mantenido al margen.