La reina del Himalaya
En las calles de esta reliquia del imperio británico se respira la melancolía de un tiempo que parece no haber desaparecido del todo
En la pequeña alcoba el pianista toca una melodía de los años cuarenta del compositor Noël Coward, mientras que los huéspedes toman su té al lado de la chimenea de leña, contemplando por la ventana la majestuosa cumbre nevada de Kangchenjunga, la tercera montaña más alta de la tierra. Es la hora del té en el Hotel Windamere de Darjeeling, la antigua capital de verano del Gobierno británico de la India. Todos los años el virrey con su corte se escapaba del calor sofocante de Calcuta (la capital no se trasladó a Nueva Delhi hasta 1912) para realizar el peregrinaje hasta la sierra de Bengal. Antigua pensión para los comerciantes del té, el Windamere abrió sus puertas como hotel en 1939 cuando los turistas se conocían como viajeros.
La verdadera gloria de Darjeeling son sus hoteles, entre los que destacan, además del Windamere, el New Elgin y el Cedar Inn. Cada uno es un remanso de tranquilidad y lujo, donde la historia parece detenida. El New Elgin fue hasta los años cuarenta el palacio del maharajá de Cooch Bihar, mientras que el Cedar Inn fue construido hace cinco años en una colina sobre Darjeeling en el más puro estilo victoriano y parece la mansión de la familia Addams. Tienen en común las vistas del Himayala y una chimenea en cada habitación, encendida por la noche por la camarera del hotel que también coloca una botella de agua caliente entre las sábanas.
Darjeeling es una auténtica reliquia del Raj británico, en cuyas calles se respira la melancolía de un imperio que no parece haber desaparecido del todo. Las plantaciones de la sierra, fundadas hace más de 150 años, siguen produciendo la reina del té al estilo tradicional. Miles de mujeres con el vistoso sarí cosechan las hojas de los arbustos que dan cada uno un promedio de 50 gramos de té, requiriendo 10.000 tallos recogidos a mano para producir 500 gramos de la variedad más cotizada, conocida como first flush. Tukvar Tea Estate, la primera plantación establecida en Darjeeling, con más de siglo y medio de historia, organiza visitas guiadas todos los días.
Paso obligado es un recorrido en el toy train, el ferrocarril de vía estrecha inaugurado en 1880 para transportar al Gobierno hasta su residencia de verano. Con la llegada del ferrocarril, el viaje de 80 kilómetros que duraba ocho días en carro desde Siliguri, la terminal del tren de Calcuta, se convirtió en un trayecto de ocho horas. La vieja locomotora de vapor sigue tirando sus vagones de madera todos los días desde Siliguri, pero una forma mucho más agradable de disfrutar del toy train (declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco) es el recorrido turístico de dos horas, ida y vuelta, que sale por la mañana de Darjeeling hasta el pueblo de Ghoom, cuya estación a 2.400 metros es la más alta del mundo, después de la de Cuzco en Perú. Ghoom también tiene un monasterio tibetano bastante espectacular, con una colección de murales y tapices (thanka) con escenas de la vida de Buda.
Para ir de compras no hace falta ir más allá de The Mall, cuyo nombre indígena es Chowrasta, un bazar repleto de tiendas de joyas, pinturas y otros artilugios del Tíbet. Con suerte, se puede encontrar una de las piedras de ágata que los tibetanos llaman dZi, cuya procedencia se desconoce y a la que se atribuyen poderes mágicos. Pero la magia tiene un precio, que en el caso de un ejemplar fino de dZi puede ascender hasta los 500.000 euros o más. Los amantes de las flores se encontrarán en su salsa en Lloyd's Botanical Garden, a 20 minutos a pie desde The Mall. Los jardines tienen 125 años de antigüedad y cuentan con más de 2.000 especies de orquídeas además de plantas locales de Sikkim y el Himalaya. Desde allí, se vuelve a la plaza central para seguir una senda que lleva hasta el Himalayan Mountaineering Institute, la meca de los aficionados a la montaña. Aquí se pueden admirar verdaderos tesoros de la historia de la cultura del Himalaya, desde las botas que llevó el sherpa tenzing en la primera ascensión al Everest en 1953 hasta un águila encontrada por una expedición hindú a 8.000 metros de altura.
Para apreciar a fondo la gloria del Himalaya, trekking de cinco días por la ruta de Sandakphu, un sendero fácil a una altura media de 4.000 metros, en que se abren unas vistas maravillosas de las grandes cimas del Himalaya, incluida la de Everest. Una experiencia exigente pero involvidable.
Localización
Cómo y cuándo ir. British Airways vuela desde Londres a Nueva Delhi, alrededor de 700 euros ida y vuelta (44 845 7722277). Desde la capital india, la compañía Jet Airways (a la altura de cualquier aerolínea europea y más fiable que la estatal Indian Airlines) vuela cuatro veces por semana a Bagdogra. El vuelo ida y vuelta cuesta alrededor de 380 dólares. Desde Bagdogra a Darjeeling hay unas tres horas por carretera (Himalaya Voyages cobra unas 12 libras, 19 euros, por el trayecto). Las mejores épocas del año para viajar son de finales de septiembre hasta Navidad, y de marzo a mayo. Alojamiento. Hotel Windamere, Observatory Hill, Darjeeling - 734101, Tel.: 91-354-54041, e-mail: windamere@vsnl.com, 140 euros. New Elgin, Darjeeling - 734101, Tel.: 91-354-54114, e-mail: newelgin@cal.vsnl.net.in, 100 euros la doble. Cedar Inn, Jalapahar Road, Darjeeling - 734101 Tel.: 91-354-5446, e-mail: cedar@dte.vsnl.net.in, 110 euros (todos los precios son para habitación doble, en régimen de pensión completa, impuestos del 15% no incluidos). Una agencia que conoce bien el mercado español es Himalaya Voyages, 13 Robertson Road, Darjeeling - 734101. Tel.: 91-354-56045, e-mail: slg_himalage@sancharnet.in.