Ibarretxe propone convertir el País Vasco en un Estado libre asociado
Ibarretxe anunció ayer en el Parlamento vasco que la semana que viene iniciará una ronda de contactos bilaterales con los partidos políticos, empresarios y sindicatos de esta comunidad autónoma para explicarles el contenido y las fases de su proyecto. El lendakari advirtió que no hará exclusiones, pero tampoco admitirá 'vetos'.
Ibarretxe se comprometió a elaborar en un año un texto articulado que será sometido al Parlamento y, posteriormente, a referéndum, 'en un escenario de ausencia de violencia y sin exclusiones'.
Desde el respeto a la Constitución y al Estatuto de Gernika, dijo Ibarretxe, va a ofrecer al Estado un 'pacto de convivencia' que incluirá la conversión del País Vasco en un Estado libre asociado, dentro de una fórmula de soberanía compartida a través de la que pretende conseguir la 'normalización política' en este territorio. 'La solución estriba en asumir que el pueblo vasco no es una parte subordinada del Estado, sino un pueblo con identidad propia, con capacidad para establecer su propio marco de relaciones internas y para incorporarse por libre asociación a un verdadero Estado plurinacional'.
'Hasta el final'
Ibarretxe advirtió: 'Vamos a llegar hasta el final, porque estamos convencidos de que es el camino que representa los deseos mayoritarios de la sociedad vasca'. Las puertas de este proceso, añadió el lendakari, 'van a estar permanentemente abiertas a la participación de representantes de todas las sensibilidades políticas, pero anuncio desde ahora que no vamos a admitir derechos de veto que nos encadenen al fondo del pozo'.
La base jurídica en la que el lendakari apoyó sus propuestas se encuentra en la disposición adicional del Estatuto de Gernika y en la disposición adicional primera de la Constitución. La primera dice: 'La aceptación del régimen de autonomía que se establece en el presente Estatuto no implica renuncia del pueblo vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia, que podrán ser actualizados de acuerdo con lo que establezca el ordenamiento jurídico'.
En la Carta Magna se lee: 'La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales. La actualización general de dicho régimen foral se llevará a cabo, en su caso, en el marco de la Constitución y de los Estatutos de Autonomía'.
Ibarretxe también mencionó el arropamiento que le brindan en este proceso el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ambos ratificados por España en 1966.
El pacto que Ibarretxe anunció ayer incluye el reconocimiento jurídico de la identidad nacional del País Vasco, el derecho de autodeterminación y la configuración de un poder judicial vasco autónomo, entre otros extremos. El Gobierno de Vitoria hará suyas 19 competencias hasta ahora en manos del Estado, entre ellas el desarrollo de la normativa encaminada a gestionar la Seguridad Social. En principio asumirá su coste, aunque abrirá una 'cuenta de crédito pendiente' con el Estado que luego incorporará a la negociación del cupo.
El Gobierno central acusó a Ibarretxe de reeditar el pacto de Estella. El PSOE se opuso también al plan del lendakari.