Solbes critica los escasos esfuerzos de Francia por reducir el déficit
Aprimera vista estamos preocupados con los objetivos presupuestarios anunciados el miércoles por el Gobierno francés', afirmó Solbes en un comunicado sólo 24 horas después de que el ministro galo de Economía, Francis Mer, desvelara el Presupuesto para 2003. La Comisión, por regla general, espera siempre a que los Estados miembros remitan los programas de estabilidad anuales antes de pronunciarse sobre los respectivos presupuestos. 'Naturalmente', señaló Solbes esta vez, la Comisión se reserva su opinión final hasta que 'analice con detalle todos los datos'. Pero ya puede atacar lo que considera una traición 'a los compromisos anteriores del Gobierno francés'.
'El primer motivo de preocupación es la ausencia de una clara mejora en el déficit presupuestario cíclicamente ajustado', destaca el comunicado de Solbes. A su juicio, esta característica 'muestra claramente que el Gobierno francés pospone el proceso de consolidación fiscal'.
El pasado martes, Solbes ofrecía, precisamente, una relajación de los objetivos de equilibrio fiscal a cambio de un compromiso de los Estados más deficitarios (Francia, Alemania e Italia) de reducir progresivamente (un 0,5% anual) el déficit estructural. Los planes de Francis Mer, que sigue adelante con la rebaja de impuestos prometida durante la campaña electoral de junio al tiempo que ha aumentado el gasto, no pueden ser más opuestos a la iniciativa de Solbes. Mer prevé, de hecho, que el déficit francés se situé todavía en el 1% en 2006.
La flexibilización ofrecida por Solbes responde, según la Comisión, a un ejercicio de realismo político imprescindible ante el estancamiento económico de la mayor parte de la zona euro. Para no pocos observadores, la propuesta de Solbes constituye la última oportunidad de salvar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que ha permitido en cinco años situar el déficit de todos los Estados miembros (salvo Portugal el año pasado) por debajo del 3% del PIB nacional correspondiente. Alemania y Francia, sin embargo, se aproximan ya también peligrosamente a ese umbral del 3%, cuya superación, según el pacto, desata un mecanismo disciplinario que puede conducir a sanciones hasta del 0,5% del PIB.
Pero en la propia Comisión no parece haber unanimidad al respecto. La vicepresidenta, Loyola de Palacio, se distanció ayer de las propuestas de Solbes y recordó en Madrid que no sólo no era oficial, sino que tampoco corresponde a la Comisión decidir los plazos para el equilibrio fiscal. Es una tarea de los ministros de Economía que debe ser ratificada, por unanimidad, por los primeros ministros. 'Espero que cada parte juegue su papel en el sistema', concluía el último comunicado de Solbes.
Crece el crédito
El presidente del Gobierno, José María Aznar, dijo ayer en Murcia que no está conforme con el documento de la Comisión Europea que propone retrasar en dos años el objetivo de déficit cero para la eurozona porque 'no es bueno para la economía y restará confianza en los mercados'.
Por otra parte, la masa monetaria en circulación en la eurozona, medida por el agregado monetario M3, subió en tasa interanual un 7% en agosto, lo que supone una desaceleración frente al 7,1% de julio. Según informó el BCE, el incremento anual de este agregado en el trimestre de junio a agosto fue de un 7,1%. El banco europeo añadió que el crédito al sector privado tuvo una tasa de crecimiento anual en agosto del 5,4%, frente al 5,2% de julio.
El banco europeo reitera que 'el continuado vigor del crecimiento monetario podría deberse en parte a razones de prudencia', por la 'intensificación del grado de incertidumbre existente en los mercados financieros'.