Banesto reestructura su banca comercial para 'ser líder en España'
La presidenta de Banesto, Ana Patricia Botín, ha emprendido una de las más profundas remodelaciones del banco de los últimos años y la primera de su etapa desde que llegó a la entidad en febrero. El objetivo de esta reestructuración es 'acercar más el banco al cliente. Crear una estructura más aplanada que permita que las decisiones sobre aspectos como las políticas de precios en servicios y productos o la gestión del riesgo se tomen en centros de decisión más apegados al mercado local. Poner al cliente como protagonista de la red de oficinas y servicios centrales', señalan fuentes de la entidad.
El fin: ganar cuota de mercado en banca comercial (minorista y de empresas), 'para situar a Banesto como líder de estos segmentos de negocio en España', añaden las mismas fuentes. La banca comercial representa para Banesto el 85% de sus beneficios.
En estos momentos, Banesto es el cuarto banco por activos y beneficios, por detrás del Popular, con una cuota de mercado que ronda el 7% del total de los bancos, y según mantienen en la entidad, Banesto gana cuota tanto a los bancos como a las cajas de ahorros, sobre todo en créditos hipotecarios.
La meta de Banesto con esta reestructuración, que pasa por potenciar la banca de empresas (de tamaño medio y alto) y la minorista con la creación de direcciones territoriales diferentes para estas dos áreas, es aumentar anualmente su cuota de mercado en 0,25 puntos.
Banesto cuenta con 3.432.070 clientes, de los que 3,24 millones pertenecen a la banca minorista y 166.250 a la banca de empresas. Su objetivo es mejorar su base de clientes particulares en más de 200.000 este año, cifra similar a la del ejercicio precedente, mientras que en banca de empresas -área en la que creen que tienen un gran potencial- aspiran a crecer un 50% hasta finales de 2003.
La reciente adjudicación de las cuentas de los juzgados, cuyo saldo medio anual es de 2.100 millones de euros, con un promedio de aumento al año de unos 150 millones, también ayudará a mejorar su cuota de mercado.
También esperan subir su beneficio en una banda del 10% al 15%.
La nueva organización supone potenciar la banca comercial con la creación de dos áreas de negocio diferenciadas: una de banca minorista, con ocho direcciones regionales, cuyo responsable es Fernando Ruano, y otra de banca de empresas, con cinco dirección y encabezada por José Nieto, que entra en el comité de dirección.
El área de banca minorista está integrada por 70 unidades agrupadas en las ocho territoriales, y la de banca de empresas (basada en un gestor un cliente) en 38 centros agrupadas en las cinco divisiones regionales.
A su vez se integra el área de tesorería y mercado de capitales con el área de banca al por mayor, para crear una nueva área de banca mayorista, cuyo responsable es Jorge Maortúa. La gestión de recuperaciones también se suma a la de riesgos.
Todos estos cambios, que fueron comunicados ayer a las territoriales, suponen agilizar y aligerar la estructura del banco. De hecho, los directivos de la entidad representan el 4,3% de la plantilla y ahora se situará en la mitad, aunque estos cambios no supondrán recortes de plantilla ni cierre de oficinas (tiene 1.600 sucursales), protagonistas de la reestructuración.
Estos cambios ayudarán al banco a sacar más músculo, lo que ahondará en una mejora para su próxima OPV, que puede adelantarse a noviembre y en la que sacarán a Bolsa en torno a un 10% de sus acciones en manos del SCH. Esta colocación obligará al banco a crear un código de gobierno.
El consejo del banco sufrirá en breve cambios, con la salida de Juan Carlos Rodríguez Cantarero, secretario del consejo, aunque mantendrá este puesto y José Luis Roselló. Para sustituirlos se nombrará a consejeros independientes.