Nueva caída de la confianza empresarial en Alemania

El IFO responsabilizó del descenso a la mala situación del sector de la construcción y del comercio al por menor, principalmente.

El dato de septiembre viene a confirmar la situación de estancamiento de la economía germana, donde el desempleo se encuentra en su nivel más alto de los últimos tres años. El PIB alemán creció en el segundo trimestre del año un raquítico 0,3%, el mismo valor que en los tres meses anteriores.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) corrigió ayer sus pronósticos de crecimiento para el país en 2003, y estima que su economía sólo crecerá un 2%, frente al 2,7% pronosticado la pasada primavera. Para este ejercicio, el FMI espera un aumento del PIB alemán del 0,5%, algo por debajo del 0,75% que prevé el Gobierno y del 0,6% registrado el pasado año.

Los expertos, sin embargo, no se han dejado arrastrar por el dramatismo y han descartado que la economía alemana pueda volver a entrar en recesión. 'Las cifras del IFO se corresponden con nuestra visión de una coyuntura débil en la última parte del año, pero no quieren decir que estemos entrando en recesión', afirmó Ralph Solveen, del banco germano Commerzbank. 'Esperamos que la confianza empresarial se estabilice hacia finales de año', añadió. Por su parte, Hans-Werner Sinn, presidente del IFO, aseguró que, aunque actualmente domina el pesimismo, 'las condiciones actuales han mejorado y podrían seguir mejorando en los próximos meses'.

Reto para Schröder

El canciller Gerhard Schröder, que el domingo revalidó su cargo en las elecciones generales gracias a los buenos resultados de Los Verdes, sus socios en la coalición gubernamental, se enfrenta al difícil reto de levantar la economía alemana y reducir el alto desempleo.

Schröder es consciente de que su victoria en los comicios ha sido la más ajustada desde la Segunda Guerra Mundial y que los electores esperan ahora de él una actitud activa contra la desaceleración económica, que el canciller siempre ha achacado a factores externos. Algunos expertos desconfían de la coalición entre socialdemócratas y verdes y apuntan que hubiera sido preferible una gran coalición con los conservadores que pudiera realmente acometer reformas impopulares pero, según los analistas, sumamente necesarias, como la liberalización del rígido mercado de trabajo alemán.

Críticas a la Comisión

Uno de los principales institutos alemanes de coyuntura, el DIW, criticó ayer la política monetaria y económica de la zona euro, a la que responsabiliza en parte de las dificultades económicas actuales, especialmente en Alemania.

El DIW considera que los países de la eurozona deberían reforzar el diálogo macroeconómico y reorientar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. 'La política monetaria europea tiene una responsabilidad esencial en la situación actual de la economía, pero a diferencia de la crisis asiática, los tipos no han sido bajados a un nivel que permita una fuerte dinámica de inversión', explica.

El instituto alemán considera un error fundamental de la política económica actual de la zona euro que 'los actores estén aislados unos de otros'.

El coste laboral aumenta un 3,7%

 

 

El coste de la mano de obra en la zona euro y en el conjunto de la Unión Europea se encareció un 3,7% en términos nominales en el segundo trimestre de 2002 con respecto al mismo periodo de 2001, según el informe publicado ayer por Eurostat. En el primer trimestre, la subida anual había sido del 4% en la zona euro y del 3,7% en la UE. Entre los países con datos sobre el segundo trimestre (todos salvo Finlandia, Austria, Luxemburgo, Países Bajos, Irlanda y Bélgica), Italia registró el mayor aumento, 4,4%, seguida de Francia, 4,1%, y Dinamarca, 4%. Alemania y España, ambos con un 2,4%, apuntaron las subidas más moderadas, seguidos de Portugal, con un 2,5%. En el sector industrial, el aumento fue del 3,1% en la zona euro y del 3,2% en la UE. Osciló entre el 4% de Dinamarca y el 2% de Alemania. En España fue del 2,6%. En el conjunto de la zona euro, la recarga en los costes laborales estuvo propiciada por un aumento del 3,7% en los salarios y del 3,5% en otros componentes del indicador. España fue el país de UE donde menos crecieron los salarios: 1,8%.