American Airlines cree que una guerra en Irak 'hundirá' a las compañías
Los presidentes de las aerolíneas American Airlines y Delta Airlines acudieron ayer a la subcomisión de aviación de la Comisión de Transporte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos para trasladar al Gobierno la mala situación del sector y solicitar más ayudas.
Donald Carty, presidente de AMR, matriz de American Airlines, la mayor compañía aérea del mundo, dijo en la audiencia sobre la crisis de la industria que una guerra contra Irak 'pondría una carga financiera que inevitablemente hundiría varias operadoras'. Y subrayó que la perspectiva de un conflicto bélico es 'financieramente escalofriante' para las aerolíneas estadounidenses, incluso si éste fuera corto.
El consejero delegado de Delta Airlines, Leo Mullin, declaró antes de que se celebrara la reunión de la subcomisión de aviación que se debería liberar al sector de 'los gastos gubernamentales de seguridad derivados de la guerra contra el terrorismo'. El directivo de Delta cifró en 4.080 millones de euros el gasto relacionado con la seguridad aérea. 'Liberar a las aerolíneas de la carga de la seguridad nacional es crucial no sólo para la industria aérea, sino para millones de personas, negocios y organizaciones', insistió.
El representante James Oberstar se declaró a favor de estudiar una 'cobertura para combustible' en caso de guerra. Las compañías aéreas de EE UU pasan por el peor momento de su historia. Las previsiones señalan que las pérdidas de 2002 serán superiores a las registradas el año pasado, más de 7.800 millones de euros. American Airlines ha despedido este ejercicio a 7.000 empleados, US Airways ha declarado suspensión de pagos y United Airlines bordea la misma medida.
El Congreso aprobó tras los atentados del 11 de septiembre una ayuda de 5.100 millones de euros en efectivo para las aerolíneas y otros 10.200 en préstamos gubernamentales. Las 10 primeras compañías aéreas de EE UU ya han recibido 3.460 millones de los 5.100 en efectivo.