El tráfico aéreo chino esquiva la crisis al crecer un 11% tras los atentados
El efecto 11 de septiembre ha pasado de largo sobre las aerolíneas chinas. Mientras el transporte aéreo estadounidense se encuentra sumido en una profunda depresión, el tráfico de pasajeros en las compañías chinas ha crecido un 11% en el año transcurrido desde los ataques terroristas en Estados Unidos, según ha anunciado el organismo regulador de la aviación civil.
Los responsables de aviación civil del país explican este incremento por la buena marcha de la economía y el refuerzo de las medidas de seguridad. La economía ha crecido un 7,5% en el primer semestre, cuando la previsión del Gobierno para todo el año era del 7%.
'Cuando vas de Pekín a Shanghai o de Pekín a Guangzhou, por ejemplo, ves que los vuelos van siempre llenos. Y esto se debe al fuerte crecimiento que vive el país', explica Johnattan Dong, portavoz del fabricante estadounidense Boeing, que tiene una cuota de mercado del 64% en China. Entre enero y agosto, las aerolíneas han ganado 480 millones de yuanes (57,8 millones de dólares, una cantidad similar en euros).
Los datos siguen a los anunciados hace dos semanas por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) con ocasión del aniversario del atentado sobre las Torres Gemelas y el Pentágono. 'China ha mostrado un fuerte crecimiento y algunos de los mercados asiáticos se han beneficiado del mayor tráfico de turistas', asegura el informe. Según Giovanni Bisignani, director general de IATA, el tráfico de pasajeros en todo el mundo caerá un 3% este año, principalmente a causa de Estados Unidos, para recuperarse y subir un 6% en 2003, y lograr un crecimiento medio anual del 4% hasta 2006.
Las autoridades chinas defienden que uno de los factores que ha contribuido al vuelo de las aerolíneas es el aumento de las medidas de seguridad. Responsables de aviación civil afirman que el país ha invertido 120 millones de dólares en los ocho primeros meses de este año en mejorar los sistemas de seguridad de los aviones, incluido el refuerzo de las cabinas de los pilotos, y de los aeropuertos. Según CAAC, en el primer semestre han sido detenidos más de 380 sospechosos y se han detectado más de 45.000 artículos considerados peligrosos.
Potencial
Pero de lo que nadie duda es del potencial del mercado. 'Es enorme', dice Dong; 'calculamos que el tráfico crecerá una media del 9,3% anual durante los próximos 20 años, que es sobre el plazo que se hacen las previsiones. China se convertirá, sin duda, en el segundo mercado aeronáutico del mundo después de Estados Unidos'.
Airbus, el gran competidor de la empresa de Seattle, también se ha volcado en el país asiático. Pretende lograr el 50% de los numerosos pedidos que los transportistas harán los próximos años. El consorcio europeo, cuya cuota ronda el 24%, entregó su primer avión a China en 1985, 13 años después de que su competidor estadounidense iniciara una relación privilegiada con Pekín como consecuencia del deshielo de los contactos entre los dos países tras la histórica visita de Richard Nixon a China en febrero de 1972. El entonces presidente de Estados Unidos llegó a Pekín a bordo de un Boeing 707, el Air Force One. Ese mismo año el constructor americano lograba un pedido de 10 707 de China.
El Gobierno chino estima que en las dos próximas décadas, el país necesitará comprar 1.600 aviones para hacer frente a la demanda de transporte aéreo, una cifra que Boeing eleva hasta 1.740 aparatos, con un valor de unos 145.000 millones de dólares. La flota de las cerca de 20 aerolíneas que hay en China asciende a unos 580 aviones.