Los resultados cierran la puerta del Bundestag a los comunistas
Una de las mayores sorpresas, prevista por muy pocos institutos de opinión, ha sido el resultado obtenido por el Partido del Socialismo Democrático (PDS), heredero de los antiguos comunistas de la RDA.
Con el 4,1% de los votos el PDS no logra superar el 5% necesario para entrar en el Parlamento y queda por tanto excluido de cualquier representación en el Bundestag.
Su presidenta, Gabi Zimmer, se declaraba ayer, nada más conocerse los datos, 'muy sorprendida' por este resultado y afirmaba que los votantes no habían reconocido el PDS como una verdadera alternativa social. 'Las consecuencias que tendrá dentro del partido las discutiremos cuanto antes', declaró Zimmer. 'Todo el partido debería hacerse a partir de ahora una pregunta: ¿qué hemos hecho mal?', afirmó Lothar Bisky, un histórico del partido y ex diputado.
El PDS fue fundado en 1990, tras la reunificación, cambiando su nombre, Partido de la Unidad Socialista (SED) por el actual. Abrazaba así el PDS el sistema democrático y unía especiales vínculos con los Länder del Este, donde en las primeras elecciones tras la caída del muro, en 1990, obtuvo un 11,1% de los votos.
La doble vía
En los comicios de 1994, aunque no logró superar el 5% necesario para obtener representación parlamentario, el PDS obtuvo cuatro mandatos directos, lo que, según la ley electoral alemana, permite entrar en el Bundestag. Fue entonces cuando la nueva presidenta del partido, Gabi Zimmer (en sustitución de Gregor Gysi), se propuso reforzar la llamada 'doble vía': convertirse en un verdadero partido de oposición y hacer política 'desde dentro del sistema'.
Su intención era también convertirse en el partido de referencia de los Länder del Este, donde doce años después de la reunificación seguían siendo una de las formaciones más votadas junto al Partido Socialdemócrata.
En las elecciones de 1998, el PDS obtuvo el mejor resultado de su corta historia, un 5,1%. Los comunistas habían vuelto a cosechar la mayoría de sus votos (un 21,6%) en los antiguos Estados soviéticos. En el Oeste, en cambio, donde obtuvieron un 1,2%, se puso de manifiesto que era un partido residual. Con la derrota de ayer, el PDS deberá replantearse seriamente su futuro.