Blas Calzada opina que a la CNMV le queda "prestigio por ganar"
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Blas Calzada, considera que en el último año ha mejorado la percepción del público sobre esta institución, que ha experimentado una amplia remodelación, si bien opina que "todavía queda mucho por ganar" en este sentido.
Blas Calzada hizo estas declaraciones con motivo del primer aniversario de su llegada a la presidencia de la CNMV, cargo que ocupó en sustitución de Pilar Valiente tras su dimisión por el 'caso Gescartera', en el que se descubrió un fraude de unos 950 millones de euros que afectó a 18.000 ahorradores.
En opinión del responsable del organismo supervisor de los mercados financieros, que ha conseguido recuperar parte de la credibilidad perdida por el 'caso Gescartera', el balance del primer ejercicio es "satisfactorio" por la remodelación interna que han emprendido en la CNMV, que ha dotado de mayor flexibilidad a la organización.
En este sentido, la estructura de la CNMV ha quedado reducida a tres direcciones generales y se han nombrado nuevos directores, con el fin de dotar de una mayor agilidad a la estructura interna del organismo supervisor.
Sin embargo, Calzada señaló que no estaba "contento del todo" porque no han podido resolver con rapidez algunos asuntos, no han explicado suficientemente a la sociedad el papel que desempeña la CNMV y porque no han dispuesto del personal necesario para afrontar estas tareas y las que impondrá los cambios legislativos que van a afectar a la institución.
Además, ha reconocido que la "mala imagen" que se han formado muchas personas de la CNMV por el "caso Gescartera" no va "a cambiar jamás", aunque los miembros del mercado "siguen teniendo una buena imagen" porque saben que los fallos de este organismo han acontecido en un momento concreto, aunque "probablemente hayan sido graves".
Calzada, que ha manifestado su intención de dirigir con total independencia el organismo supervisor, también ha asistido a la pérdida de credibilidad de los inversores en los mercados tras el descubrimiento de las manipulaciones contables en algunas compañías cotizadas, como en las estadounidenses Enron o WorldCom.
Fue entonces cuando Calzada salió en defensa del sistema contable y de la honestidad de las empresas españolas y aseguró que esos escándalos no serían posibles en España, o al menos en esa proporción "tan tremenda", .
Las auditoras, que también recibieron críticas por su papel en el encubrimiento de los escándalos contables, fueron defendidas por Calzada, quien apostó por que tanto estas sociedades como las dedicadas a la calificación de riesgos ("rating") sean sometidas a la vigilancia de un organismo supervisor.
Partidario de no regular en exceso, al presidente de la CNMV contempló la polémica surgida por varias ventas de porcentajes mayoritarios de acciones de empresas cotizadas sin que los compradores tuvieran que presentar una Oferta Pública de Adquisición (OPA).
Estas operaciones -ventas de Vallehermoso y Dragados por SCH y de Metrovacesa por BBVA-, en las que los compradores desembolsaron una prima sustancial respecto al precio de mercado y a la que no tuvieron acceso los pequeños accionistas, propició que el Gobierno propusiera la reforma de la ley de OPA.
En este año, Calzada se mostró como un defensor de la supervivencia de las bolsas nacionales y partidario de un organismo supervisor paneuropeo, con oficinas en todos los países miembros, así como de crear un comité con capacidad para actuar cuando lo requieran los tres organismos de supervisión financiera españoles: CNMV, Banco de España y Dirección General de Seguros.
Una decisión controvertida de la CNMV durante el mandato de Calzada fue el anuncio de la supresión de la página de Internet de este organismo de la información de las participaciones relevantes del accionariado de las empresas cotizadas
También suscitó polémica el envío a la Fiscalía Anticorrupción de una investigación por la existencia de indicios de manipulación de la cotización de Puleva Biotech por una persona que supuestamente había suplantado la personalidad de un directivo de la compañía en un foro de Internet.