Los parados con prestación superan el millón por primera vez desde 1997
Este incremento de los beneficiarios sumado al hecho de que el presupuesto del Instituto Nacional de Empleo (Inem) incluye este año 417 millones de euros de prestaciones generadas en 2001 ha disparado el gasto, con lo que en agosto ya se había gastado el 90,3% de los presupuestado para el pago de prestaciones contributivas para todo el año.
El empeoramiento del ciclo económico aún no ha terminado. Esto puede observarse en el mercado laboral que, según los analistas, aún no se ha visto todo lo resentido que puede verse en los próximos meses, lo que repercutiría también en la buena marcha de las cuentas del Estado. Si en los próximos meses, además de aumentar el paro comienza a destruirse empleo, se disparará todavía más el gasto en protección por desempleo, que ya ha aumentado considerablemente durante lo que va de año.
El mercado de trabajo ya empezó a deteriorarse de forma más preocupante en octubre de 2001, cuando por primera vez desde que comenzara la recuperación económica cambió la tendencia en el registro de desempleados del Inem, y empezó a aumentar el número de parados en tasa interanual.
Desde entonces, y en los últimos 12 meses, el número de parados inscritos en el Inem ha aumentado de forma constante (hay casi 100.000 más que hace un año) y, en consecuencia, también ha aumentado el número de beneficiarios de prestaciones por desempleo, ya sean contributivas o asistenciales.
En concreto, entre enero y julio la media de perceptores de prestaciones por desempleo se situó en 978.121, lo que supone un incremento del 13% respecto a los 864.049 que había en el mismo periodo de 2001. Incluso esta cifra superó el millón de personas en febrero, algo que no ocurría desde 1997.
Este aumento del número de beneficiarios ha disparado el gasto en prestación por desempleo durante lo que va de año. Además, el presupuesto de gastos del Inem de 2002 incluye una partida de 417 millones de euros para el pago de prestaciones por desempleo que fueron generadas en 2001.
Ambos hechos han propiciado que en agosto el Inem ya hubiera gastado el 83% del total de gasto presupuestado para todo el año 2002, esto supone haber abonado ya 7.348 millones de euros de los 8.783 millones presupuestados inicialmente. En el caso de las prestaciones contributivas (con 554.786 beneficiarios de media entre enero y julio), ya se ha agotado el 90,3% de lo presupuestado, según datos facilitados por UGT.
Pero lo que agrava esta situación es que aún quedan cuatro meses y las perspectivas de empeoramiento del mercado laboral se traducen en un desvío del gasto en desempleo del 18% (unos 1.600 millones de euros más de lo presupuestado), según los cálculos más optimistas, elaborados por CC OO, que tienen en cuenta que los meses que restan del ejercicio son en los que menor volumen de prestaciones se generan y que, además, aplican un recorte del gasto de entre el 10% y el 15% por efecto de la reforma del desempleo (decretazo).
Sin embargo, si el empleo siguiera deteriorándose y se volviera a destruir empleo como ocurrió en el último trimestre de 2001, este desvío del gasto podría ser aún mayor, lo que podría poner en riesgo el cumplimiento de los objetivos presupuestarios, dependiendo de lo que aumente el número de beneficiarios de éstas prestaciones, que son derechos reconocidos (como las pensiones) y el Estado está obligado a pagar. Aunque en términos de caja el Gobierno pueda transferir parte de este gasto a 2003 (como ya ha hecho este año con los 417 millones de euros citados), no podrá hacer lo mismo en términos de contabilidad.