'El problema del mercado laboral está en la escasez de innovación'
El presidente para la zona del Ruhr del poderoso sindicato metalúrgico e industrial alemán IG Metall (que cuenta con 2,8 millones de afiliados), Peter Gasse, fue el único responsable sindical invitado a participar en la elaboración del informe de la Comisión Hartz. Ese documento es la columna vertebral de la reforma laboral que quiere implantar Gerhard Schröder si gana las elecciones dentro de tres días.
Pregunta. La Comisión Hartz quiere reducir la cifra de desempleados actual, cuatro millones, hasta la mitad en tres años. Esa meta suena poco realista, según algunos expertos, que estiman que en ese plazo se conseguirá disminuir sólo 200.000 parados.
Respuesta. Es cierto que esa meta es demasiado ambiciosa, y seguro que no se consigue sólo a través de una rápida contratación de desempleados. En las propuestas de la comisión hay que ver un impulso decisivo en el conjunto de la economía, que traerá consigo nuevos empleos.
P. El trabajo de la comisión duró cinco meses. ¿Qué punto fue el más difícil de discutir?
R. Los parados deben recibir no sólo más dinero del Estado, sino sobre todo una óptima ayuda en su búsqueda de un nuevo trabajo. Plasmar en el documento final este principio básico, sobre el que estábamos de acuerdo sólo unos cuantos, nos condujo a muchas discusiones.
P. ¿Dónde radica el principal problema del mercado laboral alemán?
R. Pienso que el problema está en la insuficiencia de puestos de trabajo debido a la poca innovación. Al mismo tiempo, cómo poner en contacto de una manera rápida y ajustada la fuerza de trabajo con los empleos disponibles.
P. El Partido Demócrata Cristiano de Edmund Stoiber defiende una bajada de impuestos, reducir la burocracia del mercado laboral y tomar medidas más drásticas para reactivar la economía. La Comisión Hartz no ve en esos puntos lo esencial. ¿Por qué?
R. A la Comisión se le encomendó una tarea muy concreta: la reactivación del proceso de contratación en el mercado laboral. Y en eso se trabajó. Además, las empresas se deciden por un punto concreto para instalar sus centros de producción porque encuentran las fuerzas de trabajo adecuadas y los mercados idóneos, no porque allí paguen menos impuestos o sueldos más bajos.
P. Hay opiniones, como la del presidente de la patronal, Dieter Hundt, que critican a la comisión por haber renunciado a recortes colectivos en las ayudas por desempleo.
R. Las personas necesitan una seguridad por parte del Estado detrás, cuando tras la pérdida del empleo se les exige una preparación distinta a la que tenían. Sencillamente, a los desempleados no se les puede castigar con el desempleo y además con un recorte de las prestaciones. Eso está claro en la Comisión.
P. ¿Qué se proponen hacer en el Este, donde llega mucho dinero del Estado, pero el nivel de desempleo es el más alto de toda Alemania?
R. Pretendemos que en aquellas zonas donde las empresas vean mercado y puedan contratar gente no se pierda la oportunidad por una cuestión de falta de créditos para infraestructuras básicas, como sucede muchas veces en los antiguos Estados comunistas.
P. ¿Cuál es la razón por la que en Alemania se contrata tan poco?
R. Cuando en las empresas ya no cuentan las inversiones en innovación y nuevos productos y mercados, sino sólo la evolución de la acción en las Bolsas, entonces están fallando las fuerzas que sostienen una economía. Mercados y trabajo sólo se establecen entonces donde hay clientes fuertes y poderosos. En Alemania necesitamos introducir cambios al respecto sin pérdida de tiempo.
P. ¿Conoce la reforma del desempleo que aprobó el Gobierno español en julio? ¿La tuvo la comisión en cuenta?
R. La conozco muy poco. Para elaborar el informe nos fijamos en las reformas emprendidas en países europeos, como Suecia, Austria, Gran Bretaña y Suiza, pero no en España. Así que no le puedo dar mi opinión.
Plan para reducir el paro en tres años
Tras cinco meses de trabajo, la Comisión Hartz presentó en agosto un documento de 350 páginas que, bajo el título 'Modernas prestaciones para el mercado laboral', incluye 13 propuestas para reducir por la mitad la cifra de parados en Alemania (cuatro millones) en tres años.
La comisión la integran 15 miembros procedentes de la economía, los sindicatos, la investigación y la política, que propugnan una reforma por fases del mercado laboral y del Instituto para el Trabajo.
Los elementos clave son que el subsidio de desempleo será pagado sólo durante un año y que la ayuda a los parados será reducida al nivel de ayuda social tras dos años. También propone la creación de las llamadas agencias de trabajo personales, que reemplazarán a las actuales oficinas de empleo para reducir la burocracia y crear mini-trabajos con sueldos más altos, de los 325 euros al mes actuales a 500 euros mensuales.
El canciller Schröder, que encargó personalmente a Peter Hartz (el presidente de la Comisión y miembro del consejo de Volkswagen) la reforma, tiene la intención de implantarla si gana las elecciones el próximo domingo. Pero el principal partido de la oposición, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), critica que no es una reforma real, sino un conjunto de ideas insostenibles financieramente.
Reducir dos millones de parados en tres años sólo se lograría si la economía alemana creciera cada año un 3,7%, argumentan. Y según las previsiones más optimistas, este año lo hará sólo un 0,75%.