El peligro de buscar referencias
En los cenáculos bursátiles vuelve a estar de moda la apuesta sobre la capacidad de soporte del mercado. Es decir, el nivel adecuado para tomar posiciones sin asumir nuevos y mayores riesgos. Los agitadores del análisis técnico aseguran sin ambages que el nivel de los 6.000 puntos es incontestable, rotundo y categórico.
La fijación de referencias en tiempos de turbulencias como los actuales suele deparar sorpresas negativas. Están vivos los recuerdos de grandes apuestas en miles anteriores. El 8.000 y el 7.000 fueron clave en el cruce de pareceres de los participantes en el mercado del mismo modo que hoy es el 6.000 de Ibex el que concita el interés de expertos e inexpertos bursátiles.
Cuentan los sabios que los números tienen la magia que la masa quiere concederles. Sirven, eso sí, para establecer comparaciones. Son herramientas que pueden ayudar a mejorar las rentabilidades. Por eso, añaden, lo correcto es plantear si los 6.000 puntos de Ibex validan una Bolsa cara o barata.
A los niveles actuales, los multiplicadores están ajustados a medias históricas. Los expertos señalan que con la prima que conceden los bajos tipos de interés hay compañías que, en efecto, están con precios históricos baratos. Pero esto no es extrapolable al conjunto del mercado.
Los mejores profesionales añaden que a medida que bajan los multiplicadores disminuye el riesgo futuro. æpermil;ste no parece que vaya a ser el caso, según la proyecciones de los resultados de las empresas cotizadas conocidos en las últimas semanas.
El empeoramiento, incluso el estancamiento, de los resultados empresariales determina que los mercados europeos están bien valorados en la actualidad. Falta, por tanto, que mejoren las expectativas y que Wall Street no desarrolle movimientos histéricos, su excesiva sobrevaloración.