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Bolsa de Madrid

La debilidad económica de EE UU y las dudas sobre Irak anulan el repunte bursátil

Los inversores se despertaron ayer con una noticia esperanzadora: Irak abría sus puertas a los inspectores de Naciones Unidas, una acción que, en principio, alejaba los tambores de guerra, aliviaba la presión de los altos precios del crudo y allanaba el camino para un escenario mucho más estable en la renta variable. Poco después de la apertura de Wall Street, la confianza parecía haber desaparecido por completo de los parqués.

Para empezar, los inversores estadounidenses, siguiendo la línea marcada por su Gobierno, no parecieron creerse las supuestas buenas intenciones del Gobierno de Sadam Husein. Tras una apertura al alza que llevó al Dow a subir el 1,2%, en Wall Street se impuso el escepticismo sobre el anuncio de Irak de dejar entrar a los inspectores de la ONU. No obstante, la puntilla la pusieron las cifras de producción industrial de agosto, que arrojaron una caída del 0,3%, la primera desde diciembre del año anterior.

El descenso en la actividad industrial de EE UU es un dato grave por dos razones principales. En primer lugar refleja que la economía estadounidense pierde puntos de apoyo y su dependencia del sector privado para seguir a flote es cada vez mayor. Por último, el dato de ayer refleja que las esperanzas de una recuperación en los beneficios empresariales se alejan todavía más.

Los mercados europeos, pura comparsa de los estadounidenses, cambiaron radicalmente de tendencia a media sesión empujados por la incertidumbre que irradiaba Wall Street. De ganar un 3%, las Bolsas llegaron a perder una media cercana al 1%. Francfort (-0,9%) se vio lastrada además por la caída, hasta los mínimos de los últimos ocho meses, del indicador ZEW, un índice elaborado por una institución privada que mide la confianza de los ciudadanos sobre el futuro de la economía.

El Ibex fue el índice de mejor comportamiento en toda Europa, con una caída del 0,08%. No obstante, la volatilidad también estuvo presente en la Bolsa española. En este sentido, valores como BBVA y Santander, que a media sesión registraban avances superiores al 4%, recortaron notablemente las ganancias. El BBVA cerró sin cambios mientras que el Santander ganó un leve 0,48%.

'La euforia vista por la mañana fue totalmente ficticia, no sólo en el mercado español, sino en todas las plazas europeas que se limitaron a esperar cómo reaccionaba Wall Street. El desconcierto es total y los descensos continuarán', apuntaba un gestor de fondos de una entidad británica.

Telefónica sostiene la Bolsa

La explicación de la menor caída del Ibex frente al resto de índices europeos se encuentra en el comportamiento de Telefónica. La teleco, con un peso cercano al 20% en el Ibex, subió ayer un 0,69%, un comportamiento contrario al que registró su sector en Europa, que cayó el 1,08%. Telefónica, al igual que Altadis (+1,87%), se vio favorecida por los comentarios positivos de los analistas.

Las mayores alzas de la sesión fueron para las constructoras ACS (+3,11%) y Dragados (+2,72%). Por el contrario, el peor valor fue Terra, con una caída del 5,59%. La mayoría de analistas se muestran muy negativos con la filial de Internet de Telefónica.

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