Energía, sector atractivo para un momento complicado
Un año después de los atentados de Nueva York y Washington DC, el mundo se enfrenta a un nuevo desafío ante la posibilidad de una intervención militar en Irak. A nadie escapa que la economía mundial se resiente ante la incertidumbre, algo que se refleja de manera inmediata en los mercados de valores, actualmente atravesando por un momento ciertamente complicado y cotizando en su mayoría por debajo de los niveles alcanzados en las postrimerías de los acontecimientos de un año atrás.
En este entorno el inversor particular ha venido optando a lo largo de los últimos doce meses por diferentes opciones tales como la salida de la renta variable hacia inversiones más seguras como el mercado de renta fija en cualquiera de sus plazos, con una cierta predilección por el tramo monetario, el que menos riesgo lleva implícito. Sin embargo, en el mercado de renta variable aparecen en estos momentos opciones de entrada en industrias muy específicas que podrían salir beneficiadas ante la posibilidad de una escalada armamentística en Oriente Medio.
A pesar de que un dramático repunte en el precio del Brent se podría traducir en un incremento notable de los precios y en una brusca caída del PIB, así como en una contracción de la actividad en los sectores más cíclicos, el sector energético con su carácter relativamente defensivo, podría beneficiarse directamente del alza en los precios. A este respecto, la correlación entre el precio del crudo y la cotización del sector, se sitúa en este momento en su media histórica de los 10 últimos años (0,35), mostrando un comportamiento ciertamente contrario a las cesiones generalizadas que han tenido lugar en el resto del mercado desde el 22 de agosto. Si a esto le añadimos que el DJ Eurostoxx Energía mantiene una infravaloración del 21,8% en términos de PER con respecto a su media histórica de los últimos ocho años (desde 1994), no cabe duda que le sector muestra un atractivo notable en un momento como el actual.
La opción española más sólida para la entrada en el sector dentro del mercado español es Repsol YPF. Si bien a lo largo de los últimos doce meses la cotización de Repsol ha recibido un claro correctivo como consecuencia de su elevada exposición a Argentina, la paulatina mejora de las condiciones para la petrolera en el país austral, la fuerte reducción del peso de la deuda en su balance y la reciente escalada de los precios del crudo podrían suponer una oportunidad para la toma de posiciones en la compañía administrada por Alfonso Cortina.
En lo que hace referencia a su exposición a la crisis de Argentina, las provisiones realizadas por la petrolera para solventar la situación (2.615 millones de euros desde el inicio de la crisis) le permiten tener cubierto el 73% de sus activos denominados en dólares. Adicionalmente, tras la publicación de los resultados semestrales, Standard & Poor§s ha reafirmado el rating y perspectivas de la compañía justificándolo por la disminución de la deuda neta, la liquidez hasta 2004 y el incremento de resultados operativos en Argentina.
Sin embargo, quedan en el horizonte algunas incógnitas sobre el negocio de Repsol. La elevada dependencia que mantiene con respecto a Argentina, la incertidumbre entorno a su estrategia y el elevado endeudamiento que mantiene (muy a pesar de haber cumplido ya sus objetivos de 2005 en este aspecto), le restan atractivo frente a otras opciones con balances más saneados, mejores perspectivas de crecimiento y estrategias de negocio claramente definidas como son la franco-belga Total Fina o la italiana ENI.