ERC admite contactos con Otegi para neutralizar a ETA en Cataluña
El secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Josep Lluís Carod Rovira, mantuvo el año pasado contactos con el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, 'para hacer llegar a ETA nuestro total y absoluto rechazo de la violencia y nuestra condena del terrorismo'. El dirigente republicano confirmaba así a Catalunya Ràdio la información publicada ayer en el diario Abc, según la cual Carod se entrevistó con Otegi para conseguir que ETA dejara de atentar en Cataluña.
Posteriormente, en rueda de prensa, Carod se justificó alegando que para su formación política la prioridad es Cataluña. 'Me gustaría que ETA no actuara en ninguna parte, pero yo represento a un partido catalán', afirmó. El líder republicano aclaró que desde Batasuna le respondieron que no le podían ayudar porque carecían de vinculación con ETA.
Carod atribuyó la difusión de estos contactos a una filtración interesada de los servicios de seguridad para desprestigiar a ERC e impedir que esta formación sea clave en la formación del futuro Gobierno catalán. Carod recordó, además, que su formación contribuyó a la disolución de Terra Lliure, organización terrorista catalana que cesó su actividad en 1991.
Por otra parte, el líder de ERC recordó que destacadas personalidades políticas vinculadas a CiU y al PSOE se reunieron también con Otegi en 1999, coincidiendo con una visita del portavoz de Batasuna.
Contactos intolerables
El ministro del Interior, Ángel Acebes, calificó de 'muy lamentables' los contactos mantenidos por Carod y consideró 'intolerable' que un partido democrático reclame a la organización terrorista una tregua en una zona concreta y no en toda España. El titular de Interior aseguró desconocer la existencia de estas conversaciones y señaló que exigir a ETA que deje de matar en cualquier lugar es una cuestión de dignidad democrática. El presidente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, consideró 'repugnantes' estos contactos y reclamó a Esquerra 'que no sea el altavoz de Batasuna en Cataluña'.
El consejero jefe del Gobierno catalán, Artur Mas, consideró los contactos entre Carod y Otegi 'un error inaceptable', porque el terrorismo no se puede condenar 'sólo en parte del territorio'. Para CiU, estos contactos avalan, además, las tesis utilizadas por el PP para ilegalizar Batasuna. En la misma línea, el portavoz del PSC, Miquel Iceta, señaló que Carod 'está dando argumentos a aquellos que dicen que ETA y Batasuna son lo mismo'.
Más contundente, el presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmó que los contactos 'son una canallada'. La única disculpa a la actuación de Carod fue la del coordinador general de IU, Gaspar Llamazares.
Por otra parte, la decisión de la Ertzaintza de permitir el domingo la celebración de una marcha en favor de los presos de ETA encontró ayer el apoyo del lendakari, Juan José Ibarretxe, que tachó la actuación de 'responsable'. El PP y el PSE criticaron que no se cumpla la ley y han pedido explicaciones al consejero vasco de Interior, Javier Balza.
La CE apoya la ilegalización de Batasuna
El comisario europeo de Justicia e Interior, António Vitorino, respaldó ayer el proceso abierto para ilegalizar a Batasuna, tras entrevistarse en Bruselas con el ministro de Justicia, José María Michavila. 'No se está luchando contra ideologías, sino contra actos terroristas', opinó el comisario, tras recordar que dicho proceso 'es una decisión soberana del Estado español'.
Vitorino se mostró partidario de 'respetar los procedimientos democráticos' y la libertad de decisión de los jueces españoles antes de incorporar a Batasuna en la lista de organizaciones terroristas de la UE. En dichas listas ya está incluida ETA y otras organizaciones de su entorno.
Michavila anticipó que si al final el Tribunal Supremo dictamina la ilegalización de Batasuna, el Gobierno 'seguramente' solicitará la inclusión de la citada coalición en la lista de organizaciones terroristas que operan en la Unión Europea. El proceso de ilegalización de Batasuna puede durar entre cuatro y seis meses.