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Suspensión de pagos

British Energy pide al Gobierno de Blair ayudas para eludir la quiebra

British Energy, la sociedad propietaria de ocho centrales nucleares en Inglaterra y Escocia que suman 9.600 megavatios, ha sido suspendida de cotización en Bolsa por la grave crisis económica que atraviesa y que la coloca al borde de la quiebra. La empresa, que fue privatizada por el Gobierno conservador de John Major en 1996, ha pedido ahora ayuda al actual Ejecutivo de su país para superar la situación. Analistas y medios próximos a la compañía indican que el Gobierno no permitirá el hundimiento de la empresa, que controla el 20% de la generación eléctrica de Gran Bretaña, por lo que parece dispuesto a garantizar parte de la deuda de la compañía, que supera los 1.400 millones de euros y asumir responsabilidades por el reciclado de los residuos nucleares, para hacer la filial más atractiva a los inversores.

British Energy, que perdió en el último ejercicio más de 820 millones de euros, basa la mala evolución de sus resultados en la apertura del mercado, que desplomó los precios de la electricidad en un 25%. Los problemas se dispararon además por el cierre de dos reactores en Escocia por graves averías en el sistema de refrigeración.

En esta línea, la empresa señaló ayer que el consejo de administración tiene todos los datos para pensar que las negociaciones 'van a conducir a algún acuerdo, pero no hay seguridad de que se mantenga el valor de la acción'. 'Si estas discusiones fracasaran, la compañía sería incapaz de responder a sus obligaciones financieras y entonces debería iniciar un procedimiento legal de suspensión de pagos', concluyó la empresa.

Otro Railtrack

La posible debacle de British Energy ha despertado la preocupación de los inversores relacionados con ella. Y más cuando esta crisis se une a la reciente de otra empresa privatizada en ese país, como ha sido el caso de la insolvencia de Railtrack.

Las posibles ayudas por parte del Gobierno británico se enfrentarán al detallado análisis de las autoridades comunitarias. Bajo la normativa de la Comisión Europea, el Estado solamente puede rescatar las compañías dentro de una política de ayudas regionales o sociales, o cuando sea necesario para mantener la competitividad en un determinado mercado. Tales condiciones permitieron al Reino Unido salvar a Railtrack y promover su continuidad. No obstante, algunos analistas señalan que el Gobierno no puede afrontar un nuevo caso como el de la empresa ferroviaria.

La compañía eléctrica necesita refinanciar más de 800 millones de libras. La agencia Moody's ha reducido el rating de su deuda a Ba3 desde Baa2.

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