Glaxo abarata los fármacos del sida en 63 países pobres
La compañía británica anunció precios preferenciales 'únicos, sostenibles y sin ánimo de lucro' para sus medicamentos antirretrovirales y antimalaria dirigidos al sector público, instituciones y organizaciones no gubernamentales en una lista de 63 países que incluye todo el África subsahariana y otros Estados poco desarrollados.
Glaxo, líder mundial en productos para el VIH, explicó en un comunicado que tomó esta decisión 'como resultado de una revisión de los costes de producción y de las economías de escala'. Los nuevos precios preferenciales, según la compañía, cubren costes y aseguran un suministro estable a los pacientes.
Los nuevos precios de los fármacos Retrovir, Combivir, Ziagen, Trizivir y Agenerase bajan entre un 2% y un 33%, por lo que el precio de la dosis diaria estándar se sitúa entre 1,20 y 8,50 euros. De los medicamentos contra la malaria, el Malarone baja un 38%, hasta 12 euros, un tratamiento de tres días y el Halfan baja un 7%, a 1,40 euros por día.
La compañía ya anunció la congelación de los precios de los fármacos del VIH en Estados Unidos hasta el año 2004 después de ser acusada de cobrar precios abusivos. La Fundación para el Cuidado del Sida, uno de los mayores proveedores privados de servicios médicos especializados en EE UU, había decidido el boicot a Glaxo y una demanda por su política de precios.
Los grupos antisida creen insuficiente la reducción de precios anunciada ayer. Como los afectados por el sida suelen consumir cócteles de varios fármacos, un tratamiento medio cuesta en los países desarrollados entre 10.000 y 16.000 euros. Ese precio no está al alcance de la población ni de los sistemas sanitarios públicos en el África subsahariana, donde el pasado año murieron 2,2 millones de personas por la enfermedad. Se calcula que apenas 30.000 personas, de un total de 28,5 millones de seropositivos, acceden a medicamentos efectivos en esta región.
Un producto eficaz y caro
Roche prevé lanzar el año próximo un nuevo producto contra el sida, el llamado provisionalmente T-20, que se cree efectivo pero que estará entre los más caros. En el sector se justifica lo elevado de los precios en la necesidad de amortizar los grandes costes de investigación y desarrollo y seguir así innovando. La industria teme además que fármacos llevados a precios especiales al Tercer Mundo sean revendidos fraudulentamente en países ricos.
Los responsables de la industria tuvieron que escuchar duras críticas durante la Conferencia sobre el Sida de Barcelona, celebrada el pasado mes de julio. Personalidades como el ex presidente de EE UU Bill Clinton o el surafricano Nelson Mandela animaron a la producción de fármacos genéricos (equivalentes al original) sin respetar las patentes de las empresas. Esta estrategia ha sido puesta en marcha por Suráfrica, Brasil e India.