Los analistas dudan del beneficio de una posible fusión de Glaxo y Bristol
La posibilidad de una fusión de GlaxoSmithkline y su competidora estadounidense Bristol-Myers Squibb daría lugar a una empresa de mayor tamaño, pero no solucionaría los problemas que tienen actualmente ambas farmacéuticas, según los analistas. Los expertos apuntan que dificultades como la competencia de sus fármacos con los medicamentos genéricos y la escasez de nuevos medicamentos seguirían presentes.
La segunda farmacéutica del mundo y Bristol-Myers han mantenido contactos para una posible fusión, según The New York Times. Las empresas no han querido pronunciarse al respecto.
La acción de Glaxo pierde un 25% en 12 meses. La Bolsa ha penalizado el abandono de algunos medicamentos, así como la entrada de otras farmacéuticas con productos más baratos, que amenazan a sus dos fármacos más vendidos. Glaxo sufrió hace unos días la mayor caída en casi tres años, después de que un tribunal estadounidense anulara las patentes para su antibiótico Augmentine.
Por su parte, el beneficio trimestral de Bristol-Myers cayó más del 50%, debido a que la venta de los productos para la diabetes Glucophage, para el cáncer Taxol y la ansiedad BuSpar bajaron por la competencia de los genéricos.
Una unión Glaxo-Bristols no sería provechosa, según David Beadle, de UBS Warburg, quien recomienda comprar Glaxo. 'Mostraría falta de confianza por parte de la dirección de Glaxo en sus productos y en su capacidad para proteger las patentes'.