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Transparencia

Los expertos apoyan que los directivos hagan público el sueldo que cobran

La cuantía salarial que percibe un gestor refleja su grado de responsabilidad, de modo que el hecho de que se conozca públicamente supone un gran aumento de la transparencia'. Son las reflexiones de Fernando Sánchez Calero, uno de los juristas de la Comisión de Codificación -organismo dependiente del Ministerio de Justicia- que se han encargado de redactar el futuro Código de Sociedades Mercantiles.

Otros mercantilistas coinciden con su opinión. Es el caso de Raimundo Segura, socio de Cuatrecasas, quien asegura que el futuro código recogerá muchas de las ideas que ya avanzaba el Código Olivencia. 'Pero en algunos casos no es útil apelar a la ética de los empresarios y es mejor elevarlo a rango de ley', explica. El socio de Cuatrecasas considera que 'es positivo que se conozcan las retribuciones de los administradores de las empresas'.

Segura recuerda que la actual Ley de Sociedades Anónimas ya incluye la obligatoriedad de dar a conocer las retribuciones de los administradores. Sin embargo, las empresas que ofrecen esta información la dan de manera global, por lo que no es posible conocer a qué directivo corresponde ni en función de qué percibe la retribución. 'Espero que el código recoja la obligación de divulgar el salario tanto por personas como por conceptos, porque no es igual cobrar stock options que pensiones, dietas o sueldo', afirma.

Eso es precisamente lo que hizo el presidente del SCH, Emilio Botín, durante la última junta de accionistas del banco. Desveló que cobró 3,36 millones de euros en 2001. De ellos, 1,02 millones de sueldo y 1,5 millones en bonus. A eso se le debe sumar la aportación al fondo interno de pensiones, por el que le correspondieron 840.000 euros. Botín anunció, asimismo, que durante el ejercicio pasado no recibió stock options. También dio a conocer las retribuciones de cada consejero en concepto de participación estatutaria, que ascendió a 72.00 euros y 157.000 euros más en el caso de cada uno de los consejeros que forman parte de la comisión ejecutiva.

Botín quiso así demostrar cómo aplica las nuevas medidas de transparencia que empiezan a ser moneda común en toda empresa que se precie.

De hecho, tal como recuerda Javier García de Enterría, catedrático de Derecho Mercantil y consejero de Clifford Chance, 'el Código Olivencia ya prevé que las sociedades deben tender hacia la información individualizada y pormenorizada de lo que cobran sus administradores'. El futuro código lo hará obligatorio, 'porque se trata de evitar la opacidad'.

'Todo lo que sirva para que el accionista valore la gestión de sus administradores será bueno', coincide José María Álvarez, socio de Gómez Acebo & Pombo, quien reconoce que el impulso de esta norma puede estar influenciada por casos como los de Enron, 'que no se han producido en España. Pero en cualquier caso, deja mucho que desear la transparencia de las grandes empresas españolas', asegura.

Privacidad

El conocimiento público de lo que ganan los directivos de las empresas servirá además para hacerse una buena idea de cómo está realmente el mercado de las retribuciones en España. Eso sí, disminuirá la privacidad de los gestores.

Pese a todo, los expertos consideran que se trata de un mal menor. 'No hay que olvidar que cuando alguien ocupa un cargo importante en una empresa, tiene una serie de beneficios y de obligaciones. De la misma manera que los políticos deben declarar lo que ganan o que cualquiera puede saber lo que cobra un funcionario, los directivos han de decir lo que cobran', considera el socio de Gómez Acebo & Pombo.

También en este punto coincide Raimundo Segura, miembro del grupo de Derecho societario de Cuatrecasas, quien considera que las empresas y los gestores de éstas tienen una responsabilidad social 'y pierden un poco de intimidad'. Sin embargo, Segura considera que la medida debería aplicarse con precaución. 'Es más discutible si a los directivos de las sociedades no cotizadas se les debe aplicar esta medida'.

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