La juez Palacios desestima el recurso de Botín y confirma su imputación en 138 delitos fiscales
La juez dio por concluida el pasado mes de junio la investigación de este caso en un auto en el que afirmaba que existen indicios de que la cúpula de la entidad bancaria, con Emilio Botín al frente, contribuyó a la comisión de 138 delitos fiscales.
Así, la citada resolución imputa los mencionados 138 delitos fiscales, en calidad de cooperadores necesarios o inductores, y otro de falsedad continuada en documento oficial a las personas que formaban la cúpula del Banco Santander en los años en los que la entidad comercializó las cesiones de crédito.
Relato de hechos
En los años 1988 y 1989, el Banco Santander ofreció a sus clientes un producto conocido como cesiones de crédito, que entre sus características incluía el ser opaco fiscalmente. A pesar de que la instructora admite el argumento del banco de que las cesiones eran lícitas desde el punto de vista mercantil, en su opinión, la vertiente tributaria era lo que daba sentido al producto, ya que precisamente se dejó de comercializar cuando en julio de 1989 un decreto ley las "sometió expresamente a retención tributaria".
"La legalidad de la ausencia de práctica de retenciones fiscales sobre ciertos rendimientos antes del decreto ley se puso en entredicho por la propia Agencia Tributaria, que levantó actas a entidades financieras y de seguros por no haber practicado, antes del citado decreto ley, retenciones sobre los productos a que se refería: seguros de prima única y cesiones de crédito".
En este sentido, la juez reproduce las reticencias que el jefe de la asesoría fiscal tenía a seguir utilizando las cesiones. A pesar de ello, el banco continuó haciéndolo hasta que las sustituyeron por otros productos, como los pagarés forales, en un proceso que no terminó hasta septiembre de 1989. En total se realizaron 47.274 operaciones por un importe total de 432.963 millones de pesetas.