_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Europa única, grande y verde

La política económica europea no obtiene muchas veces la atención debida, a pesar de que los fondos estructurales y de ayuda regional han sido definitivos en el desarrollo de algunos países, como es el caso español. En la actualidad se está debatiendo la ampliación de la UE en 2004, con la incorporación de 10 nuevos países miembros. Se espera que se concluyan las negociaciones con los candidatos que cumplan los requisitos de adhesión antes de la Cumbre de Copenhague de diciembre.

Que Dinamarca pilote la ampliación europea es importante. Primero, porque puede influir en el sentimiento nacional de cara a votar la adopción del euro en un próximo futuro; segundo, porque la adhesión puede vincularse a la modificación de las ayudas agrícolas de las que el país es receptor neto.

Alrededor de un 65% de daneses apoyan la ampliación europea. Esto es un signo positivo, especialmente cuando se espera que el Gobierno danés convoque referéndum sobre los puntos que Dinamarca no ha aceptado del Tratado de Maastricht (los opt-outs), como la adopción del euro, las cuestiones de justicia y política interior, y la política común exterior y de seguridad.

Puede que el primer país en convocar referéndum para aclarar su postura sea Suecia, y que se decida la adopción del euro en 2005. Dinamarca está también preparada, ya que su política persigue que la corona danesa se encuentre pegada al euro, lo que implica una adopción de éste de facto. El país más alejado de esa decisión es el Reino Unido, donde parte de la opinión pública no está a favor.

Hasta la fecha el avance en las negociaciones de ampliación de la UE con los 10 candidatos ha sido muy importante, ya que se han cerrado entre 22 y 28 capítulos de los 30 que se discuten. No obstante, los que quedan son los más difíciles, como la agricultura, la ayuda regional o el presupuesto. La presidencia danesa espera conseguir acuerdos sobre estos temas antes de la cumbre de Bruselas de octubre.

La Comisión Europea ha propuesto que los agricultores de los nuevos posibles miembros reciban inicialmente un 25% de los subsidios directos que actualmente reciben los agricultores europeos, y que ese porcentaje aumente gradualmente hasta el 100% en 10 años. Sin embargo, esta solución encuentra críticas por todos los lados. Los países candidatos reclaman igual tratamiento que los actuales miembros desde el comienzo. Y los miembros de la UE que son contribuidores netos al presupuesto comunitario (Alemania, Reino Unido, Suecia y Holanda) opinan que extender el régimen actual a 10 países adicionales supone un coste excesivo. La garantía de un mismo trato a miembros actuales y futuros requiere reducir el nivel de subsidios que reciben los actuales y, por tanto, reformar la política agrícola común (PAC). De esta forma se vincularía el proceso de ampliación de la UE a la modificación de la PAC (a incluir en los presupuestos comunitarios de 2007 a 2013).

Sin embargo, el comisario europeo de agricultura, Franz Fischler, está dirigiendo la propuesta de modificación de la PAC en otro sentido. El énfasis se pondrá en la desvinculación de los subsidios de la producción, lo cual es lógico si la PAC modifica su objetivo final, que ya no debe ser la seguridad de la producción, sino la preservación del medio agrario y medioambiental.

Además, la propuesta recoge una reducción del 21% de los pagos directos a agricultores y un límite de 300.000 euros en los subsidios que puede recibir una explotación individual. Aparte de que el recorte de subsidios permita cerrar las cuentas del presupuesto europeo, parece una postura necesaria ante las futuras conversaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio, donde Europa pretende enfatizar su influencia.

Así, de momento ambas cuestiones -ampliación y PAC- se mantienen separadas. Se espera que los candidatos acepten la propuesta de la Comisión, aunque no puede descartarse que las negociaciones no finalicen para la fecha planteada de diciembre de 2002. El problema es que la agenda europea ya tiene planteados otros temas para los próximos años (en 2003-2004 las reformas internas y en 2005-2006 el mercado financiero), con lo que un retraso en la decisión de la ampliación puede implicar un problema serio a las perspectivas de la UE.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Archivado En

_
_