El dinero se muestra esquivo
Una de las cantinelas más escuchadas en las últimas semanas es el bajo nivel de precios que han alcanzado un importante número de compañías cotizadas. Los estudiosos lanzan mensajes de PER muy bajos, casi en niveles mínimos históricos. El dinero, no obstante, se muestra esquivo. La sordera es importante, quizá porque los multiplicadores de ahora no son los de mañana.
La rapidez con que cambian los acontecimientos tanto dentro como fuera del mercado obliga a los inversores a centrar muy bien el tiro. Saben, de este modo, que las cuentas de hoy, que son las que permiten el cálculo del PER, no son las cuentas de mañana. O lo que es lo mismo, que la perorata que se divulga en los últimos días sobre los multiplicadores bajos no sirve para nada. Es más, puede resultar engañosa.
En los dos últimos años las revisiones a la baja de los beneficios empresariales han sido constantes y han alimentado, de manera reiterada, la espiral bajista. Ahora sucede lo mismo en los principales mercados del mundo. Las previsiones de los beneficios de las empresas cotizadas se han rebajado a la baja a medida que han pasado los trimestres. ¿Qué hace pensar que las cosas van a mejorar a partir de ahora?
Cuentan los expertos que será el giro contrario, es decir, el propiciado por mejoras inesperadas en las cuentas de resultados, el que marque el cambio a mejor de las Bolsas. Será el gran pistoletazo de salida. Hay que ponderar, también, otras circunstancias, que en el caso concreto del mercado español tienen una referencia obligada en Latinoamérica.
Dinero esquivo, dinero ausente. Falta fluido y los mercados chocan muy pronto con serias resistencias técnicas al alza, que es lo mismo que decir que los recorridos alcistas duran muy poco, como si nadie creyera en ellos. Septiembre amanece gris.