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Relaciones

El Gobierno francés se enfrenta a la cúpula de France Télécom

Las relaciones entre France Télécom y su principal accionista, el Gobierno francés, con el 55,5% del capital, no pasan por su mejor momento. El futuro de Mobilcom y la estrategia a seguir con el operador celular alemán han sido el detonante de un nuevo enfrentamiento entre ambos.

El presidente del ex monopolio francés, Michel Bon, y su equipo financiero quieren salir de Mobilcom y abandonar así el principal mercado celular de Europa, según las informaciones no desmentidas publicadas por el diario Le Figaro. El Gobierno, sin embargo, pretende que France Télécom lance una oferta de compra por el 71,5% del capital de Mobilcom que todavía no posee.

Estas pretensiones chocan con la salud financiera (o falta de ella) del operador. France Télécom ha perdido más de un 70% de su valor bursátil en lo que va de año por el lastre que le supone una deuda de 60.700 millones de euros amasada durante la expansión europea de la compañía. Ahora, la compra de Mobilcom puede sumar otros 6.000 millones a este pasivo, lo que lleva a Bon y a su equipo a ser muy precavidos en sus decisiones. Oficialmente, con todo, la compra del operador alemán no está ni descartada ni aprobada.

Con este escenario, los analistas ya empiezan a especular con una pelea que puede terminar con la salida de Michel Bon de la presidencia del operador público. Bon llegó a la compañía en octubre de 1997 para preparar la salida a Bolsa y ahora necesita el apoyo del Gobierno para que respalde una venta de acciones en el mercado, una emisión de bonos o un préstamo que le permita afrontar los pagos de su voluminosa deuda el año que viene.

En estas circunstancias, es Bon quien más puede perder en el pulso. 'Mi temor es que el Gobierno decida sacrificar a Bon para comprar Mobilcom', explicaba a Bloomberg un analista de Paresco Futures. 'Esto es muy arriesgado para los accionistas'.

Un largo conflicto

France Télécom ha decidido retrasar hasta el 12 de septiembre el consejo de administración que decidirá si incrementa su participación del 28,5% en Mobilcom o dejan quebrar la empresa.

Ese día se podría poner fin a un conflicto que dura desde febrero y que se fundamenta en los planes de negocio de Mobilcom para el desarrollo de la telefonía móvil UMTS. El ex presidente del operador alemán Gerhard Schmid pretendía invertir 11.000 millones en ello y su lucha por France Télécom se saldó con su despido y con otra batalla que podría terminar en los tribunales.

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