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Quiebra

La larga pugna por el control de Kirch

Casi cinco meses después de presentar suspensión de pagos, el grupo alemán de comunicación Kirch sigue a la espera de comprador. La sociedad Kirch Media, que agrupa los negocios básicos del grupo, aún aguarda que los inversores interesados presenten sus ofertas de compra, única posibilidad de salvar de la desaparición a uno de los principales consorcios mediáticos de Europa. Según círculos cercanos a Kirch Media, los interesados tienen de plazo hasta el 10 de septiembre para presentar sus ofertas.

En contra de lo que se había afirmado hasta el momento, los inversores pueden pujar tanto por el conjunto de Kirch Media como por su canal de televisión ProSiebenSat 1 en solitario, uno de los pocos negocios rentables del consorcio. Esta posibilidad, que la firma ha confirmado estar estudiando, supondría en la práctica el desmembramiento de la sociedad y contradice las promesas realizadas hasta el momento por los responsables del grupo de mantener la unidad de los negocios.

Tanto los bancos como los nuevos administradores de Kirch Media, Wolfgang van Batteray y Hans-Joachim Ziems, aseguraron en abril que la firma no sería fragmentada para vender sus partes más rentables, como se temía en algunos sectores, y que se conservaría la mayoría de los 5.500 puestos de trabajo. En el conjunto del grupo Kirch trabajan unas 10.000 personas.

Kirch Media, que acumulaba en el momento de suspender pagos unas deudas de 1.400 millones de euros, controla un 52,5% de ProSiebenSat 1, derechos de retransmisión de películas y eventos deportivos y varias productoras de programas de televisión, así como un 25% del capital de la española Telecinco.

Kirch Media fue la primera sociedad del consorcio alemán en declararse insolvente. Poco después le seguiría KirchPay TV, donde se incluyen los negocios de televisión de pago. Esta última operación no afectó al canal de televisión de pago Premiere, un auténtico pozo sin fondo que en mayo de este año perdía 1,1 millones de euros diarios. La cadena se vio obligada a poner en marcha un severo programa de ahorro que ya ha dado sus primeros frutos.

'Los costes se han reducido tanto que en junio se registró un cash flow positivo en el negocio operativo', afirmó recientemente Georg Kofler, nuevo presidente de Premiere.

El canal de televisión de pago se considera, sin embargo, una de las principales causas de la caída del grupo Kirch. En total, el consorcio adeuda unos 6.500 millones de euros, principalmente a bancos alemanes. El mayor acreedor es el banco bávaro Bayerische Landesbank, con 1.900 millones de euros, seguido de Dresdner Bank, con 460 millones de euros, y el HypoVereinsbank, con 450 millones de euros.

Kirch Media preseleccionó a mediados de agosto tres ofertas de compra para sus activos. El multimillonario inversor Haim Saban y el canal francés de televisión TF1 forman uno de los consorcios seleccionados, mientras que el otro está controlado por Commerzbank y Sony Columbia Tristar. El tercero lo componen el banco Lehman Brothers, la firma alemana Rewe y el príncipe saudí Al Waleed.

La lista, elegida entre un total de siete ofertas, no incluye finalmente al magnate alemán de los medios Axel Springer, tras negarse éste a elevar los 1.400 millones de euros que había ofrecido. Las siete compañías interesadas ofrecieron a principios de agosto hasta un máximo de 2.600 millones de euros por los activos de Kirch Media, un valor que, ni de lejos, serviría para hacer frente al endeudamiento que atraviesa la compañía.

Enfrentamiento con el Dresdner por Telecinco

 

La participación del 25% que el grupo Kirch controla en la española Telecinco ha generado una dura disputa entre el consorcio de comunicación y los bancos acreedores. Dresdner Bank, al que Kirch adeuda aún un préstamo de 500 millones de euros, insiste en que la participación en Telecinco le pertenece, ya que fue el aval del citado crédito. El banco alemán ha iniciado en España una subasta notarial para intentar recuperar el volumen del crédito o hacerse con la participación de la cadena de televisión privada. Pero la idea no cuenta con la aprobación de Kirch. Un portavoz de la firma confirmó recientemente que el grupo de comunicaciones se querellará contra la entidad financiera alemana si finalmente vende la participación. Además, el grupo del magnate Leo Kirch se reserva la opción de solicitar una indemnización por daños y perjuicios si no se llega en breve a un acuerdo. Varios bancos acreedores del consorcio de medios de comunicación, en concreto Bayerische Landesbank, Hypovereinsbank, Commerzbank y DZ Bank, tampoco se han mostrado muy satisfechos con la situación y han anunciado que sólo estarían dispuestos a aceptar una venta de la participación en Telecinco si los ingresos quedan bloqueados en una cuenta hasta quedar aclaradas todas las reivindicaciones, algo a lo que se niega Dresdner Bank. La última subasta del paquete de acciones se realizará el próximo día 12.

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