Una demanda contra Andersen involucra al BBVA
La demanda fue presentada por el bufete Srour Fisher Mandel de Nueva York en representación de los entonces accionistas del 55,44% de las acciones de la entidad brasileña que fue vendida al BBVA por el precio simbólico de un real. Según el abogado de los demandantes, Barry Fisher, el objetivo de la demanda, 'que está en una de las fases iniciales', es solicitar daños y perjuicios a Andersen Worldwide.
Fisher cree que a pesar de que la auditora haya desaparecido en EE UU tras el papel jugado en el caso Enron, la matriz tendrá capacidad suficiente para hacer frente al pago de 400.000.000 de reales brasileños (345.990.831 dólares o 351.902.784 euros) que es lo solicitado en concepto de daños y perjuicios.
Al BBVA no se le acusa por falta de jurisdicción, asegura Fisher, aunque se lo califica de conspirador. Las consecuencias legales en el caso de que la sentencia sea favorable a los demandantes, Ezequiel Edmond Nasser y familia, son nulas para el banco presidido por Francisco González.
En el texto de la demanda, no obstante, se recuerda que altos ex ejecutivos del banco BBV han sido acusados por 'soborno global' y se sigue contra ellos causa en España. También se informa que dos de los altos funcionarios del banco central, Claudio Ness Mauch, entonces director de auditorias, y Tereza Cristina Grossi Togni Grossi, su mano derecha, están siendo investigados por las autoridades brasileñas y sus bienes han sido embargados.
Según se desprende de los hechos recogidos en la demanda, Andersen manipuló la contabilidad de Excel para rebajar su valor muy por debajo de lo que había estimado la auditora de la entidad brasileña, Deloitte. Ante el informe de Andersen, que trabajaba para el BBVA, Mauch y Grossi forzaron la venta por parte de los Nasser ante la 'amenaza de intervenir el banco mañana mismo'. La demanda hace referencia también a que una vez completada la compra, el BBVA nombró a dos miembros del equipo de Andersen, Miguel Burgos y Marcio Peppe, director y encargado de las finanzas y jefe de crédito, respectivamente.
La entidad española reaccionó ayer con una nota en la que advertía que sus servicios jurídicos estudian ejercitar 'todas las acciones que resulten oportunas en defensa de sus intereses', al tiempo que aseguraba no tener conocimiento sobre 'una demanda presentada en Nueva York por un grupo de inversores brasileños contra BBVA en relación con la adquisición del Banco Excel'. Desde el BBVA se recuerda que la demanda es contra Andersen Worldwide y está interpuesta por algunos miembros de la familia Nasser, antiguos propietarios de un paquete de control del Banco Excel.
Según el BBVA, los Nasser 'se enfrentan a acusaciones de fraude contable, desvíos de recursos y gestión fraudulenta' a instancias de la fiscalía brasileña en virtud de las inspecciones hechas 'por el banco central de aquel país sobre su gestión anterior a la toma de participación del BBV'.
Para la entidad española, la demanda parece 'un intento oportunista y burdo de aprovechar la situación judicial que la compañía demandada atraviesa en EE UU'.
Según la entidad, en la demanda se presenta una versión 'radicalmente falsa de los hechos ocurridos en 1998, en la que involucran a altos funcionarios del Banco de Brasil que ya han desmentido la acusación' y que han confirmado el valor contable negativo del banco al tiempo de la venta. El BBVA compró el Excel por un real y ha invertido en él 1.600 millones de dólares.