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Telecomunicaciones

Los acreedores toman el control de Marconi para sacarla de la crisis

El acuerdo alcanzado entre Marconi y sus acreedores tras casi un año de negociaciones se basa en un canje de deuda por capital y su objetivo es reducir la deuda del grupo, adquirida por las caras compras realizadas durante el auge de las telecomunicaciones, desde los 4.000 millones de libras actuales (6.250 millones de euros) hasta 300 millones de libras (468,7 millones de euros) en 2003.

Según el consejero delegado de la compañía, Mike Parton, la reestructuración financiera permitirá a Marconi 'lograr un balance sólido y apropiado para el tamaño actual del negocio'. Parton añadió que el grupo está inmerso en un cambio de estrategia y en la reducción de costes como respuesta a la grave crisis del sector de los equipos de telecomunicaciones en los últimos 18 meses, que sigue sin mostrar signos de recuperación.

Bajo el plan de reestructuración, la actual compañía cotizada, Marconi PLC, será vendida a los acreedores y se creará una nueva firma con la denominación de Marconi Corporation. El grupo ha anunciado además que liquidará todos sus negocios en Estados Unidos.

Los accionistas de Marconi sólo tendrán un 0,5% de la nueva empresa cuando el acuerdo se haya completado en enero del próximo año. Aunque recibirán warrants que les darán derecho a adquirir un 5% del grupo cuando la capitalización de Marconi alcance los 1.500 millones de libras (2343,7 millones de euros).

Los sufridos accionistas de Marconi han visto caer sus valores desde un precio de 12,40 libras, en plena fiebre de las telecomunicaciones, a 1,7 peniques. La capitalización pasó de los 35.000 millones de libras (54.687 millones de euros) a 53 millones de libras (82,8 millones de euros) en uno de los casos más sangrantes en el desplome del sector.

Previsiones

La renovada Marconi tiene previsto cotizar en el London Stock Exchange y solicitar su reinclusión en el Nasdaq en enero de 2003. El grupo, con unas ventas estimadas de 3.125 millones de euros al año y una deuda reducida a 468,7 millones de euros, podría estar valorado entre los 860 y los 1.171 millones de euros.

HSBC y Barclays, que formaban parte de los 28 bancos que estaban detrás del préstamo sindicado a Marconi, han sido los encargados de dirigir las negociaciones entre la compañía y el grupo que representaba a los bonistas.

La empresa está buscando un nuevo presidente que sustituya a Derek Bonhan, nombrado con carácter interino hace un año tras la marcha de Roger Hurn.

Un sueño hecho pedazos

 

Marconi es una de las empresas más antiguas del Reino Unido. Sus orígenes se remontan a hace más de un siglo, cuando el premio Nobel italiano Guglielmo Marconi creó la Marconi's Wireless Telegraph Company en la localidad británica de Chelmsford. El científico italiano realizó muchos de sus experimentos en Gran Bretaña. De hecho, la primera transmisión telegráfica trasatlántica fue efectuada por Marconi desde Cornwall, en el sur del país, en 1901. Esta firma fue comprada en 1946 por la británica GEC (General Electric Company) y fue durante años un rentable conglomerado industrial que operaba en los negocios de comunicaciones y defensa.

 

 

 

Pero a finales de los noventa, el tándem constituido por lord Simpson y John Mayo, consejero y viceconsejero de la firma hasta el pasado año, soñaron para Marconi una imagen más atractiva y quisieron transformar esta tradicional compañía en un moderno gigante de las telecomunicaciones e Internet.

 

 

 

En 1999 se deshicieron del rentable negocio de defensa y emprendieron una loca carrera compradora. Adquirieron en efectivo y a un precio muy por encima de su valor las puntocom estadounidenses Fore Systemy Reltec, lo que produjo un fuerte endeudamiento que se hizo insostenible cuando, sólo unos meses después, pinchó la burbuja tecnológica y la demanda de equipos de telecomunicaciones se hundió. Marconi todavía paga la osada aventura de Simpson y Mayo. Y ahora le toca encontrar de nuevo el rumbo en un panorama más que sombrío.

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