El FMI descarta un rápido acuerdo para conceder para conceder ayudas a Argentina
El FMI no pudo ser más claro al valorar la situación argentina, el acuerdo de asistencia financiera será imposible a menos que haya un consenso político en el país que permita el cumplimiento de las promesas del Gobierno.
'Es una situación cambiante, pero necesitamos tener un conjunto claro de reglas de juego' y 'eso sigue siendo una preocupación', aseguró el portavoz del organismo, Thomas Dawson, desde Washington.
El enfrentamiento entre los tres poderes del Estado es manifiesto, con una Corte Suprema que echa por tierra las leyes del Gobierno y un Poder Ejecutivo que carece de control sobre los proyectos que tramita el Parlamento.
La alarma saltó cuando el Senado aprobó una ley que obliga a las casas matrices de los bancos a responder con su patrimonio de los depósitos que mantienen sus filiales. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró al Gobierno español y al propio organismo que el Gobierno desconocía la tramitación de esa ley.
Desde entonces, se ha agudizado la pugna entre el Ejecutivo y la Justicia, con un fallo de la Corte Suprema contra el recorte salarial aprobado en diciembre de 2001 para funcionarios y pensionistas, varios expedientes en tramitación contra las principales leyes económicas del Gobierno y una sentencia de un juez federal que plasma la ley de las casas matrices del Senado.
'Es una situación muy, muy difícil, no hay un consenso político sobre hacia dónde progresar', dijo Dawson. 'Hay nuevas leyes que van a requerir nuestra supervisión constante', admitió el portavoz.
Eso impide que se resuelvan los 'asuntos principales' y que los problemas de la negociación estén ahora 'extendidos'. Tanto, que el organismo ni siquiera responderá formalmente al borrador de la carta de intenciones remitido por Lavagna. 'Estamos hablando de una gran variedad de temas', dijo Dawson, y no se pueden enumerar las diferencias, aunque las prioridades pasan por 'un ancla monetaria factible', que estabilice la economía; viabilidad para el sector bancario, y ofrecer una solución en los 'aspectos legales'. Incluso 'los avances registrados para estabilizar el frente fiscal' están en entredicho con las últimas sentencias emitidas.
El portavoz hizo una clara alusión al proceso electoral que afronta el país, como razón de fondo del caos político. 'Es un país de muchos millones de personas, con unas provincias con una fuerte tradición política. Es una democracia, y es preciso que respetemos el proceso en marcha', señaló.
Marzo de 2003
Nada más conocer la sentencia del organismo, el presidente Eduardo Duhalde salió a pedir a los políticos que aspiran a la presidencia en marzo de 2003 'que digan claramente si quieren o no' negociar un acuerdo con el organismo. 'La mayoría de los candidatos debe estar deseando que concluyamos este acuerdo con el Fondo, pero de boca para afuera dicen otras cosas', admitió Duhalde.
En esa misma línea, se pronunció ayer el embajador argentino en Washington, Diego Guelar, que sostuvo que el actual Gobierno sólo conseguirá del FMI 'una renovación de los créditos', por la cual se aplazarían los vencimientos de la deuda con organismos internacionales, y apuntó que el acuerdo definitivo entre el Fondo y Argentina no se producirá hasta que asuma el nuevo Gobierno, en marzo de 2003.