_
_
_
_
Legislación

Alemania recrudece las críticas a EE UU por la ley antifraude

El Gobierno y la patronal de Alemania volvieron a encabezar la protesta europea contra las medidas que tendrán que cumplir las compañías extranjeras que cotizan en mercados de valores de EE UU.

'Tenemos que hablar con claridad para solucionar este problema rápidamente', declaró la ministra de Justicia, Herta Däubler-Gmelin. 'Lo que nos molesta en Europa es que se supone que tenemos que actuar como si la vía de EE UU fuera sagrada', declaró a Bloomberg.

'Los socios crean una norma juntos o reconocen como igual otra ruta con el mismo objetivo. Imperiosamente pido a nuestros amigos estadounidenses que sigan esta alternativa', añadió la ministra alemana. A su juicio, EE UU actuó 'precipitadamente' y tendrá que darse cuenta de que 'prevalece la ley internacional'.

Más información
Foro: 'Fraude contable en grandes empresas'

Las declaraciones se produjeron tras conocerse que la SEC había respondido por escrito a la patronal alemana rechazando su pretensión de que se fijaran excepciones en la aplicación de las normas empresariales.

De acuerdo con las nuevas normas, en vigor desde hoy, las penas por fraude empresarial se elevan a 20 años de prisión y cinco millones de dólares de multa, se constituyen comités de auditoría, se prohiben los préstamos de empresas a directivos, los máximos ejecutivos deberán firmar bajo juramento las cuentas de sus empresas y se acortan los plazos de las comunicaciones a la SEC.

La Federación Alemana de Industria (BDI) declaró su decepción por la respuesta de la SEC a su carta, respaldada por la firma de 11 grandes empresas. 'La situación es deprimente', dijo el portavoz Peter Wiesner, quien lamentó que 'Europa no esté en condiciones de contraatacar'. Para este lobby, la norma contradice parte de la legislación alemana, entre ellas la confidencialidad de la relación entre auditoras y clientes.

Pese a estas reticencias, la mayor parte de las empresas alemanas que cotizan en Estados Unidos ha confirmado que acatarán el endurecimiento de las normas empresariales. En total, 31 sociedades alemanas, algunas de ellas integrantes del índice Dax, cotizan en los mercados estadounidenses.

Deutsche Bank, primer banco del país, confirmó ayer que se adaptará a la nueva normativa de la SEC y añadió que la decisión de la comisión de valores no tendrá ninguna repercusión sobre su cotización en Wall Street. Semejante postura adoptó el grupo asegurador Allianz y el fabricante de chips Infineon, que declaró que no tiene 'ningún problema' con la decisión. Otras grandes compañías como Siemens o Fresenius Medical Care ya habían anunciado anteriormente que se adaptarían a las nuevas reglas.

El fabricante de vehículos deportivos de lujo Porsche reiteró ayer que, dadas las nuevas normas de la SEC, pospondrá su salida a la Bolsa de Wall Street.

La BDI anunció que espera que Bruselas responda esta misma semana a la Administración estadounidense para exigir una rectificación de la norma. Así se habría comprometido el comisario del Mercado Interior, Frits Bolkestein, quien ya había protestado con dureza contra la aplicación extraterritorial de las leyes norteamericanas.

Sin embargo, ayer en Bruselas predominó un discurso conciliador. La Comisión Europea dijo que comparte los 'objetivos' de la ley norteamericana y 'no intenta ponerla en cuestión'.

'Entendemos por qué la Administración estadounidense quiere aplicar la ley lo más rápido posible', declaró Jonathan Todd, portavoz del comisario Bolkestein. 'No intentamos poner en cuestión el contenido principal de esta ley. Simplemente pedimos un diálogo para discutir compromisos prácticos que eviten duplicidades'.

Bruselas considera que obligar a los ejecutivos de las empresas a firmar las cuentas de sus empresas no es incompatible con las leyes comunitarias. Sí podrían causar problemas jurídicos otros puntos de la ley relacionados con el buen gobierno de las empresas y las reglas de contabilidad. 'Queremos evitar cualquier posibilidad de que haya conflicto entre las dos jurisdicciones', señaló el portavoz de la Comisión.

Las declaraciones hechas ayer en la Comisión contrastan con la dura carta que Bolkestein había escrito a los legisladores de EE UU, en la que sugería represalias contra las auditoras americanas.

El mensaje de Bruselas coincide con la postura del Gobierno español, que en su único pronunciamiento público apostó por el diálogo entre EE UU y la UE para armonizar las reglas contables y de gobierno empresarial.

Los grupos españoles adelantarán la presentación de cuentas

 

 

Las empresas españolas que cotizan en Wall Street anunciaron ayer que cumplirán las nuevas normas antifraude de EE UU. Esto significa que, entre otros cambios, tendrán que anticipar la presentación de sus resultados trimestrales y anuales, estos últimos acompañados de las firmas bajo juramento del consejero delegado y el director financiero. Portavoces de los bancos BBVA y SCH, Telefónica y sus filiales Móviles y Terra, Endesa y Repsol YPF coincidieron ayer en que la nueva regulación estadounidense será cumplida rigurosamente. Los grupos españoles todavía están estudiando de qué forma les afecta la ley.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La declaración jurada de los ejecutivos, aunque no se ve con agrado por éstos, no se considera el mayor problema porque en España ya está legislado que el consejo en pleno responde de la veracidad de las cuentas. La mayor complejidad -más organizativa que jurídica- será anticipar la presentación de resultados, ya que la SEC ha decidido acortar el plazo de 45 a 35 días a partir del cierre del trimestre y de 90 a 60 desde el cierre de ejercicio.

 

 

 

 

 

 

 

En España los plazos vigentes para la CNMV son de 45 días para los resultados trimestrales y de 60 días para los semestrales. La publicación de resultados suele ser simultánea ante los reguladores bursátiles de uno y otro lado del Atlántico, pero los métodos contables difieren, lo que obliga a algunas empresas españolas a rehacer las cuentas para la SEC.

 

 

 

 

 

 

 

Las multinacionales españolas se ven obligadas a acatar la ley antifraude, y recuerdan que las leyes españolas al respecto tampoco son laxas. Apuestan por una armonización y, aunque les irritó la aplicación extraterritorial de una norma de EE UU, nadie quiere significarse frente a la SEC. 'No nos corresponde a nosotros protestar, sino a las autoridades españolas y europeas', dijeron ayer fuentes empresariales. La patronal CEOE no se ha pronunciado aún sobre las normas en EE UU, que analizará la próxima semana.

Más información

Archivado En

_
_